《6》

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De las cortinas cerradas se colaban unos pequeños rayos de sol, que no me dejaron volver a conciliar el sueño. Perezosamente me disponía a levantarme de la cama, sin darme cuenta que aún te tenía en mi pecho.

Con sumo cuidado quite tus brazos de mi abdomen y pose tu cabeza en una almohada, remplazando así mi brazo.

Camine hasta la ventana y cerré mejor las cortinas, tome mi bóxer, una sudadera y un short, saldría a la farmacia, apostaba que en cuanto te levantarás te quejarías por el dolor, y grata fue mis suerte al encontrarme una farmacia vacía y cerca del departamento.

Compre con tranquilidad y regrese, cuando abrí la puerta del cuarto te encontrabas tratando de pararte, me acerque a ti, te sonreí y te volviste a sentar con una mueca en tu boca.

- Me duele, y mucho - te quejaste, reí levemente y te di la bolsa.

- Es para el dolor, procura utilizarlo, me daré una ducha, y esta vez tardaré más - dije, para después darte un leve beso, entendiendo mi indirecta tomaste la cobija y te tapaste rápidamente.

- ¿Ya te dije que te ves muy lindo sonrojado? - grite mientras me adentraba al baño.

Tarde alrededor de cuarenta o cincuenta minutos dentro del baño, no había mentido respecto a lo lindo que te veías y lo duro que me ponía.

Enrede una toalla en mi cintura y coloque otra en mi cuello. Salí del baño y no te vi en la habitación. Justo cuando me encontraba poniéndome uno de mis tantos shorts de deportes, entraste, enseñando tus lindas piernas, llevabas puesta mi camisa que traía la noche anterior y un pequeño bóxer.

- Esta listo el almuerzo - dijiste mientras te acercabas, nos besamos y gruñí cuando  te separaste.

Fuimos hacía el comedor y nos sentamos, ya estaban servidos los huevos con tocino que tanto te gustaban y el té, que prefería tomar en vez del Café. 

Almorzamos y platicamos de cosas triviales, te ayude a levantar las cosas y al finalizar, nos acomodamos en el sillón cama, y prendí la tele para un maratón de películas. Ese día teníamos clases, pero no nos importó faltar.

Estaba apunto de dormirme al ver por cuarta vez en el día la primera película de Cars a petición tuya, cuando sentí como te sentadas a horcajadas sobre mi. Tome tu cintura y abrí los ojos.

- Vamos, de donde sacas tanto atrevimiento siendo tan tímido Jae ~ - reíste levemente y nos besamos lentamente. Me separe de ti, pude ver como estaban cerrados tus ojos, un leve sonrojo y una pequeña mueca de disgusto.

- Eres una obra maestra - dije sobre tus labios, y escondiste rápidamente tu cara entre mi cuello.

- Oh, calla por favor - lloriqueabas.

Reí, no podía estar más feliz, no podía ser más perfecto.

"Eras uno en un millón" y tengo ojos solo para ti.
"Creo en ti" y en tu amor por mi.
"Eres perfecto" para mi, y por eso y mas, te amo.

[One in a millón] 🎶⛺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora