No salí de mi cuarto el resto de la noche, pues los comentarios de mis amigos me habían hecho enojar. Me costó bastante aceptar que a Amelia yo no le gustaba, me costó trabajo poder entender que sólo podíamos llegar a ser buenos amigos y ahora resulta que los chicos quieren que esté con ella sentimentalmente.
Ahora se aguantan, porque no pienso dejar a Erin, ella me ha dado la comprensión y el cariño que muy pocas chicas pueden darme. Ni siquiera Amelia puede darme lo que Erin.
Pero, bueno, ya no debía pensar más en ese asunto, así que decidí dormir lo que restaba de la noche.
•••
A la mañana siguiente cuando me desperté, me di un baño y me vestí para después ir a la cocina a ver qué podía desayunar.
Me sorprendió ver a los chicos sentados alrededor de la pequeña mesa de la cocina junto a Vicky.
—Hola—le di un beso en la mejilla a nuestra manager—¿A qué se debe tu visita matutina?—dije mientras buscaba una caja de cereal que hace poco habíamos comprado.
—Es que quería darles una muy buena noticia y sólo esperábamos a que despertaras.
—Bueno, como la bella durmiente ya está aquí, dinos—Slash parecía impaciente.
—Les conseguí una presentación para el sábado en el Troubadour—sonrió ampliamente y esperó a ver nuestras reacciones.
Slash tenía el respaldo de la silla recargado en la pared, por lo que al oír la noticia no pudo mantener más el equilibrio y cayó de espaldas, Izzy abrió los ojos lo más que pudo y empezó a respirar con rapidez, Duff escupió el vodka que se encontraba bebiendo, Steven soltó un grito un poco agudo y a mí se me cayó la caja del cereal junto al plato.
—¿Es broma?—Duff preguntó en un hilo de voz.
—No, chicos—Vicky rió por nuestras expresiones—Tienen que estar ahí a las siete para que puedan empezar a las ocho.
Izzy fue el primero en gritar, de ahí le seguimos todos. Nos abrazamos y saltamos por el reducido espacio de la cocina.
Era la mejor noticia que habíamos tenido desde que llegamos de la "gira" de Seattle. Dios, no lo podíamos creer.
El Troubadour era uno de los mejores lugares en los que un grupo se podía presentar. La gente siempre llenaba el lugar y hasta algunos productores musicales iban a buscar nuevos talentos. Era nuestra gran oportunidad.
—No perdamos tiempo, hay que preparar todo—Steven parecía que iba a explotar de la felicidad, pues su sonrisa abarcaba su rostro.
—Esperen, hay que hacer tres llamadas importantes—los chicos parecieron entender y asintieron.
Le agradecimos infinitamente a nuestra querida mánager y le aseguramos que daríamos lo mejor de nosotros en esa presentación.
Ella después de un rato se fue del departamento, lo que nos dio oportunidad de ir corriendo al teléfono.
A las primeras que llamamos fueron a Camila y Marina, las invitaríamos al show.
—¿Hola?—Marina contestó.
—Mari—creo que la voz de Izzy nunca se había escuchado tan alegre—No creerás lo que acaba de pasar—hubo una breve pausa—¡Vamos a tocar en el Troubadour!—pausa—Sí, ese que te contamos una vez.
Duff hizo a un lado al pelinegro y tomó el teléfono.
—Queríamos saber si puedes venir para vernos. Es muy importante.
—¿Cómo perdérmelo? ¡Claro que iré! Muchas felicidades, chicos.
Después de que cada uno pasó a hablar con ella, colgamos y luego marcamos a Cami, que se mostró aún más emocionada. Técnicamente gritó en el oído de Slash, pues él fue el primero en hablar.
—¡Sabía que lo conseguirían! ¡No me voy a perder su presentación por nada del mundo. Estoy tan orgullosa de ustedes! Estoy segura que pronto van a ser reconocidos.
—Eso esperamos, Cami—suspiré.
Igualmente, todos hablamos con ella y colgamos.
Era mi turno de hablar primero y los chicos lo sabían. Marqué el número y al segundo tono me contestó.
—¿Ame?—sonreí al escuchar que contestaba.
—¿Pasa algo?—su voz sonaba rara, pero decidí no tomarle mucha importancia.
—Tengo grandes noticias—mi voz sonaba alegre—Tocaremos en el Troubadour el viernes.
—¿Qué?—su tono de voz raro desapareció y fue reemplazado por uno de completa sorpresa y felicidad.
—¡Sí! Acaba de venir Vicky a decirnos. Tienes mucho trabajo porque necesitamos fotos para los carteles publicitarios.
—¡Con gusto tomo las fotos que necesiten. En serio no saben lo contenta que estoy por ustedes!
Una parte muy pequeñita en mi interior me dijo...No, más bien me exigió decirle lo siguiente:
—También quiero que estés ahí...Ya sabes en el backstage con nosotros, eres parte de Guns N' Roses.
—Sería una tonta si me negara, ¿no es así?
—Me alegra saber que estarás. Te vemos mañana para la sesión.
—Claro...Felicidades Axl—colgó.