<<No digas nada, solo disfrútalo>> - Me decía una y otra vez, escuchaba su gemir, su respirar..., escuchaba como mis gritos y pedidos de auxilio se perdían como humo en neblina, no sabía que terminaría aquí, tirada y con miedo, con temor de no saber si saldré de esta, sin saber absolutamente nada.
Su sudor caía por mi pecho que resbalaba por mi estómago y mientras caía sentía que mi inocencia, mi vida se iba cayendo con ella, me sentía asqueada, no podía procesar la situación, simplemente fue un momento traumático, simplemente me perdí y no tuve un camino, no encontré el camino de regreso.
Él se paró y con su estúpida sonrisa de haber ganado algo, me miró y no dejaba de reír, mientras acomodaba sus pantalones, yo intentaba levantar mi cabeza y poder decir algo arrogante ante el acto que acaba de cometer, decir algo, cualquier cosa, pero mi pánico y mi desesperación no me dejó, no me dejó si quiera levantarme y correr lo más lejos del lugar, no pude hacer nada, solo el miedo se apoderó de mí y fue ahí cuando morí, cuando olvidé mi antigua yo, para empezar el mayor de mis pesadillas, tormentos y miedos.