Mi nombre es Ariana, Ariana Washington, no sé cómo podría describirme, pero podría decir que soy una simple estudiante con un gran futuro planeado, he pensado en muchas carreras, pero aún no sé cuál tomaré, me faltan solo unos meses para acabar la escuela y no he decido, estoy entre diseñadora de modas o de interiores, me es difícil, los dos me encantan, si no me decido por uno, tal vez estudie los dos, pero no estoy segura de que mis padres me dejen hacerlo, es decir no estábamos en un tiempo en que nuestra economía sea la mejor, bueno no es la peor, pero en eso estamos, digo estamos porque también ayudo con el dinero en casa, trabajo, por así decirlo, doy clases de costura los viernes y domingos por las tardes, aprendí de pequeña, mi abuela me enseñó a usar la máquina de coser, siempre me decía: "nunca se sabe cuándo necesitaremos de hilos y agujas", hasta ahora no he necesitado los hilos y agujas de urgencias, la verdad es que no entiendo bien lo que intentaba decirme, pero si he hecho algunos diseños de ropa, casi toda mi ropa es diseñada por mí, digo los diseños que les agrego, porque ya compro hechas las prendas, creo que me es más fácil, poco a poco se aprende, nadie nace sabiendo; regresando al tema, no he decido que estudiaré, pero de que es diseño, es diseño, amo poner las cosas a mi estilo y dar lo mejor de mí para que me halaguen por eso.
-¡Ariana!- me llamaron a un par de metros de mi.- ¿sí?- solo era Andrea, ella es mi mejor amiga de toda la vida, con ella he hecho muchas cosas, hemos hecho todo tipo de deporte extremo, hemos viajado en casi todo el país, hasta una vez al extranjero con mi familia, somos vecinas, nuestras mamás eran amigas de escuela, por cierto, también mejores amigas, creo que ya era planeado que Andrea y yo seamos casi hermanas, prácticamente en casa hay una habitación para cuando Andrea se quiera quedar mucho tiempo, mi madre le tiene mucho aprecio y su mamá o como le digo tía Amy, también lo tiene conmigo, verdaderamente quiero mucho a Andrea, somos tan unidas, tan iguales, somos casi una réplica una de la otra, hacemos todo juntas y eso me encanta de ella, que siempre está dispuesta para mí, no sabría que hacer sin ella, la amo y aprecio demasiado como para dejarla ir.
-Ariana, te he buscado por cada maldito rincón del colegio y te encuentro aquí en el baño...-rápidamente guarde lo que tenía en mi bolsillo al ver que se acerca.- ¿con el celular?- me descubrió- Sí, Andre intentaba ver unas imágenes de... del examen claro.- ¿Ah sí?, muéstrame.- eso odio de ella, odio cuando se mete en mis asuntos privados, la amo y todo, pero también me gusta mi espacio personal.- ¿no confías en mi Andre?- intenté incomodarla para que no me obligara a mostrarle el teléfono.- Ariana, ya sabes, muéstrame.- ella gana y le muestro el teléfono.- ¿otra vez con esta maldita página?, ya hemos hablado de ser amiga de Ana y Mía, maldita sea Ariana, ya has estado hospitalizada por esta porquería.
Hagamos un momento para explicar este momento de mi vida, hagamos memoria, diré y explicaré acerca de lo que Andrea dijo, el verano pasado, pesaba más de lo que debía y quería pesar para mi talla y para ser más que sincera, no me sentía cómoda con ir al gimnasio y que todos me vieran como hacía ejercicio, casi sentía la respiración de los hombres en mis orejas, sentía sus miradas sobre mí , como me miraban el trasero, eso odio, odio que me vean mientras hago ejercicio, así que el ejercicio se descartó de mi meta para bajar de peso, luego intenté con dietas y todo eso de la vida saludable, pero son puras porquerías, nada servía, ya estaba empezando a rendirme, cuando las encontré, encontré una página: "princesas de cristal", se preguntaran que es, bueno es una página donde conoces a Ana y Mia, Ana es la anorexia y Mia es la bulimia, ¿suena lógico, no?, bueno cuando me hice amiga de ellas, al principio fue difícil, no podía dejar de comer, comía como si el alimento se fuera a acabar, pero recurría a Mia para que me salvara, me salvara del "pecado", por así decirlo, la cosa es que dejé de comer y si comía lo vomitaba, algo que hacía recurrentemente, puesto que comía y no dejaba de hacerlo, simplemente era común en mí y más que mi casa, mi familia siempre compra deliciosa comida que no me resistía, bueno en fin, en algún punto me decidí y logré bajar mucho de peso, pero no consideré que también bajaría la masa muscular, pero ya, me hospitalizaron y luego todo eso de recupérate y todo esa tontería que sinceramente aún no estoy de acuerdo, estaba delgada, tal y como quería, pero cambié, mis pensamientos cambiaron, creo no volver a caer.
-No estaba haciendo nada malo, solo revisaba los comentarios es todo.- intenté justificarme.- nada de comentarios Ariana, bloquea la página y vamos al salón antes que nos reporten.- Andrea hervía en rabia.- está bien, vamos.- guarde el teléfono y regresamos al salón, que por cierto no nos dijeron nada.