CAPÍTULO 1

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Mi vida dio  un giro enorme, mi madre había muerto debido a un accidente, pero lo peor de todo era enterarme de que mi madre debía demasiado dinero de la renta de su pequeña pastelería. Observaba al hombre mayor vestido de un traje color negro y me observaba de arriba abajo.

Observo al hombre delgado, con rostro enojado y mirada de pocos amigos, retengo mis lagrimas al observar el oficio entre mis manos, el hombre solo observa su reloj y me quita con fuerza el documento.

-Como ve, su madre antes de morir me debía ocho meses de rentas y si no obtengo mi dinero pronto, tendré que cerrar el lugar.

-Yo... no sabía que mi madre debía esa cantidad de dinero, pero puedo pagarle, solo necesito más tiempo y...

-Lo que no tengo es tiempo, escuche señorita Evans, hay personas que quieren este local.

- ¿Qué? ¡Lo está rentando antes de que pueda pagarlo! – exclamo estupefacta, es increíble, ni siquiera me da la oportunidad de salvar el pequeño patrimonio, por el cual mi madre logro.

-Lo siento, pero si no obtengo mi dinero dentro de tres días, tendré que recurrir a medidas extremas... al menos que...- se acerca hasta mi y aspira mi cuello- Tiene otra manera de pagarme.

Me alejo de ese hombre asqueroso y con una mirada triunfadora le digo algo que no le gusta escuchar de mis labios. -No se preocupe, le pagare los ochos meses de renta en tres días.

El hombre solo sale de la pequeña oficina cerrando de un portazo, suspiro y chillo de frustración, la puerta suena y puedo observo la cabellera rosa de Emily, ella entra con una mirada apenada y cierra detrás de sí.

-Lo siento Natalie, pero los empleados, se están quejando y quieren su paga de este mes- la observo y asiento devastada, saco de mi escritorio- en una caja fuerte- el dinero, más bien los ahorros de mi vida. Empaco el dinero en tres sobres y se los entrego a Emily.

-Diles que esto es lo del mes y una compensación, por si deciden quedarse... te voy a pagar a ti también Emily

-Sabes que no hace falta, ambas me abrieron las puertas de este lugar, lo menos que puedo hacer es ayudarte con los pagos.

-No es necesario, tendré que pedir un préstamo y usar lo poco que me queda de mis ahorros, para poder salvar el lugar, lo peor es que me prometí a pagar en tres días, sabiendo que no lo voy a poder hacer, ¿Sabes que me pidió para poder salvar el negocio?

-No me digas que...

-Si, me pidió sexo- comento sollozando, todo esto es imposible de realizar, no quiero seguir con este peso, Emily, se acerca a mí y me abraza, sollozo y las lágrimas comienzan a hacerse presentes.

-Todo estará bien, ya verás- me indica, se aparta de mí, y limpiándose sus lágrimas me observa y me dice- ¿Y entonces que harás? Los empleados quieren renunciar y para eso necesitan su pago

-Lo sé- suspiro

-Yo puedo ayudarte, tengo dinero y lo podemos usar para pagar las deudas

-Muchas gracias Emili, pero yo tengo que hacerme cargo.

UN AMOR OSCURODonde viven las historias. Descúbrelo ahora