Prólogo: Una mirada perdida

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Detrás de aquella ventana habitaba un alma de un chico que miraba hacia ningún lado, era una mirada perdida. Una mirada que buscaba ser encontrada, una mirada que expresaba el pensamiento sin necesidad de tener poderes sobrenaturales para que alguien supiese que le pasaba. Detrás de aquellos ojos, aguardaban las lágrimas, esperando el momento de escapar, salir de aquel cuerpo que les encerraba en una terrible vida con un cruel destino, lleno de sentimientos profundos que pesaban mucho, tanto que, necesitaban ser plasmados en una libreta, un diario, cual persona que miraba detrás de la ventana tenía uno, un diario que nadie conocía de su existencia. A veces uno no puede cargar con tanto que necesita algún lugar para liberarse, pero, otras veces esos sentimientos cuales están depositados en aquel diario, viajan al dueño que los escribió, y todo por culpa de los recuerdos. Ellos son los culpables de sacarnos una sonrisa o una lágrima, porque la felicidad y la tristeza están unidas a los recuerdos, no totalmente pero si mayormente.

Y para poder expresarse con la mayor sinceridad a una persona, es con una mirada, y lo más frecuente es que la respuesta sea con otra mirada, todo depende de lo que exprese y la otra respuesta puede ser también con una sonrisa.

Tras pasar unos consecutivos y lentos segundos, esa mirada perdida desapareció, nadie supo si volverá a aparecer o si será la última vez…

Sentimientos ocultos (Hidden Feelings)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora