Life's change

Cogiéndo el tren

La estación estaba a escasos metros de mi casa. En unos 10 minutos hubiesemos llegado a paso normal, ni lento ni rápido. Mi madre y yo ibamos más bien lento aunque estaba demasiado nerviosa y a veces daba acelerones. Mientras, hablábamos. Yo, hablába muy rápido, los nervios me corroían y eso que por ahora sólo iba a montarme en el tren, aunque eso sí, quedaban horas para estar allí cumpliéndo mi sueño y sólo esa sensación hacía que me doliése la barriga de los nervios.

Yo: Mamá...Me duele la barriga...

Mamá: No te preocupes, eso sólo son los nervios, pero tranquilizate.

A esto ya habíamos llegado a la estación. Aunque tardamos unos escasos 15 minutos, a mi se me hizo eterno. Entramos. Sólo miraba alrededor viendo la poca gente que había y extrañándome porque normalmente había mucha gente y ese día, que era especial, escasas había 6 personas sin contarnos a nosotras. Bueno, especial especial, no era, sólo en mi caso y en el de 11 millones de personas más que hubiesen deseado estar en mi lugar en esos momentos. Nos sentamos un rato en los bancos a esperar que se acercase más la hora de salida del tren ya que no tenía sentido facturar y enseñar papeles antes puesto que no había gente. No pude ni entablar conversación con mi madre, tenía ganas de vomitar. Me odiaba en estas situaciones, me ponía más mala que un perro. No me podía estar quieta en el asiento...Uff...me odio...¿Porqué me pasa? Que no es nada malo... me repetía constantemente.

Me dió por mirar la hora, eran las 9:30h. Quedaba media hora para que el tren de destino a mi sueño saliese asi que le dije a mi madre que ya era hora de ir a revisar los papeles.

Mamá: Bueno, venga, vamos a pasar las maletas y enseñar los papeles y ya esperamos abajo hasta que llegue el tren.

Yo: Vale- respondo

Nos levantamos y nos disponemos a entrar en la fila, pasamos las maletas por la cinta mientras el guardia de seguridad nos mira atentamente, tampoco tenía nada que hacer, no había nadie para embarcar más, por lo que no me extrañaba su mirada.

Revisora: Por favor, los papeles- dijo mirándonos

Yo: Mamá!- Digo dándole un codazo en el brazo puesto que no se había enterado- Los papeles Mamá, enseñaselos.

Mamá: Perdone, no me había enterado- se disculpa- Aquí tiene.

La revisora miraba uno por uno todos y cada uno de los papeles y los comprobaba en el ordenador, no sin antes preguntarnos los nombres. Cuando creí que había terminado...

Revisora: Aquí falta el billete del tren de su hija, sin él no puede montar en el tren.

¿¡Cómo?! ¿Había oído bien? ¿No estaba mi billete? Me estaba poniendó de los nervios, un ataque de histericia se venia aproximando mientras mi madre buscaba por su bolso

Mamá: No lo encuentro...tiene que estar ahí...no recuerdo haberl....¡Lo tengo! Se había salido del sobre, aquí tiene- Alarga la mano y se lo entrega

La mujer apunta algo en su ordenador, supongo que sería algo del billete y me lo devuelve, nos desea un buen viaje y nos disponemos a bajar por las escaleras mecánicas.

Mamá: Gloria-ríe- tranquila que no pasa nada, sólo se me había caido del sobre, que no ha pasado nada

Yo: -Suspiro- Menos mal que sólo ha sido eso. Antes de nada quiero que me enseñes las entradas del concierto y espero no llevarme otro susto, por favor lo pido.

Mi madre coge su bolso y me saca un sobre. Lo abro. Allí estaban las entradas. Se lo vuelvo a dar. Estaba atacada.

Cuando llegamos ya a dónde los trenes buscamos el coche 6 que es en el que nos teníamos que montar.

Llevábamos ya ahí abajo unos 10 minutos cuando llegó el tren, era un Alvia que salió de Sevilla y tras pasar por Córdoba se dirigía a Madrid parándo por Ciudad Real y Toledo. En esto que nos subimos, buscamos nuestros asientos y nos sentamos, yo en el que estaba pegado a la ventana ya que me distraería un poco y no aborrecería tanto el viaje como tantos otros que he hecho. Siempre me mareo y lo paso fatal, ojalá esta vez no fuese igual.

El tren se movió, allí empezó el Viaje a mi sueño...