No soy bueno con las despedidas, sobre todo cuando no hay una razón concreta para despedirse.
Si tú quisieras quedarte, tienes mis brazos abiertos y dispuestos a darlo todo por nosotros.
Estoy cansado del mal tiempo aunque sepa que pronto desaparecerá, no me gusta sentirme encerrado en una pecera,
Si tú quisieras evitaría que lo nuestro pereciera, pero te veo muy decidida a dejarlo ir con la marea.
No es que no te quiera, porque te adoro con locura.
Es solo que yo sabía que tu paciencia no duraría, tenía previsto esto, y siendo honesto, quisiera que tú quisieras que volviera a empezar de nuevo.