; Un Ángel ♡ Vernon ♡ [Seventeen]

09; ¿Celos?

Narra _____

—¿_____? ¡_____!

Sentí que alguien se encontraba agitando mi cuerpo, pero...

Esperen...

¿Acaso todo había sido una ilusión? ¿No estaba a punto de besar a Vernon?

Me sonrojé furiosamente.

¡Todo había sido una ilusión!

Dirigí mi mirada a Vernon, el cuál, me miraba de manera atenta, sin embargo, podía notar una pizca de confusión, y diversión en su rostro.

—Ah, ¿qué? ¿De qué me perdí? –sacudí un poco mi cabeza, y desvíe la mirada hacia mis manos, pues no quería que Vernon notara el sonrojo en mi rostro–.

Aunque seguramente ya lo hizo.

—¡Señorita _____! –gritó la profesora, por lo que posteriormente todas las miradas se encontraban puestas en mi–Cuéntanos qué es lo que te parece más interesante que poner atención a la clase –mencionó cruzándose de brazos–.

Bueno, todo es más interesante que poner atención a su clase, maestra...

Pensé. A lo que pude notar que Vernon rió un poco.

¿Acaso está leyendo mis pensamientos de nuevo? ¡Eish! Realmente...

La profesora se veía furiosa, por lo que yo tan sólo pasé saliva de manera nerviosa, y comencé a buscar, desesperadamente, una buena respuesta en mi cabeza.

—¡Oh! Tan sólo le decía a ______ que usted es una persona muy alegre y noble, profesora –mencionó Vernon con su típica sonrisa– De donde yo vengo, mi maestro es un poco... Diferente a usted.

Con mi mano me cubrí los ojos. Esto no podía estar pasándome a mi.

—¡Oh, Vernon! Eso es muy amable de tu parte, cariño. Bueno, siendo así, podemos continuar con la clase –y prosiguió a volver a explicar... Lo que sea que estuviera explicando antes–.

El humor de la profesora había dado un giro de 180º, y todo gracias al comentario de Vernon.

¡Eish!

Por mi parte, yo intentaba no mirar al ángel que estaba a mi lado. Bufé. Estos tres meses serían muy largos al lado de Hansol Vernon, sin duda alguna...

Durante el resto de la clase, Vernon se mantuvo callado, gracias al cielo.

La profesora salió, y justo en ése momento, fuimos rodeados por todas las chicas huecas que intentaban algo con mi ángel...

Esperen... ¿Dije "mi ángel"? ¡Já! Oficialmente, me estoy volviendo loca.

Vernon escuchaba a las chicas, con una sonrisa en el rostro, provocando suspiros por parte de todas.

—¿Dónde has comprado esa camisa, oppa? –cuestionó una rubia con voz de ardilla, a lo que yo solo rodé los ojos–.

Eran las típicas preguntas de siempre, podía asegurar que Vernon era tan inocente, o quizás, tan tonto, que no sospechaba que lo único que esta chica quería, era que él se la echara.

Vernon tan sólo le contestó a la hueca. Perdón, a la chica, que la tienda en la que había "comprado" su camisa, se llamaba "Así es el cielo" y, posteriormente siguió contestando de manera educada todo lo que le preguntaban.

—Bueno, oppa, cuando quieras, yo puedo acompañarte a comprar más ropa, aunque, estoy segura que sin ella te verías mejor.

¿¡Qué!? ¿Acaso escuché bien?

¡Dios mío! ¡Se le estaban ofreciendo en bandeja de plata! Realmente, no me cabía en la cabeza el nivel de... Ofrecidas, por no decir otra cosa, que tenían esas chicas.

Solté un bufido y mire a todas aquellas chicas, estaba apuntó de comenzar la siguiente clase, y si no se largaban, terminaría por explotar.

—No, no es necesario que lo "acompañen", pues yo misma me encargaré de llevarlo –dije de manera fría, por lo que, casi de inmediato, obtuve miles de miradas asesinas–.

Sin embargo, una de aquellas miradas, me hizo querer vomitar. Odiaba que Vernon me mirara con tanta dulzura, como si yo fuera el mejor ser de toda la Tierra...

...Como si yo valiera la pena...

—Sólo camina, Hansol Vernon –tomé su brazo y nos dirigí a nuestro siguiente salón, evitando mirarlo a la cara–.