; Un Ángel ♡ Vernon ♡ [Seventeen]

14; Heridas

Narra ______

Todo parecía ser un ciclo constante; era como, volver al inicio, todo el tiempo...

Hace tan sólo unos instantes, Yeonna había decidido empujarme en la cafetería, por el simple hecho de que "le molestaba mi presencia", y me empujó de tal manera que además de que cayera de lleno al suelo, todo mi almuerzo cayó sobre mi, provocando las burlas de mis crueles compañeros.

Todos están mirándome... No puedo seguir aquí...

Me levanté torpemente del suelo y nuevamente comencé a llorar, mientras corría a los baños. Una vez ahí, dejé que mi cuerpo se deslizara por la pared, hasta llegar al frío suelo.

Una punzada de dolor invadió mi pecho, y fue entonces cuando lo supe:

Quizás lo que tengo que hacer, es no mostrarle a los demás cuánto me afecta todo lo que me hacen...

Pero era difícil. Hay personas que, como yo, son bastante susceptibles con lo que los demás dicen, y sé que de ninguna manera esto debería de ser así, pero a veces no puedo evitar que lo que los demás piensan de mí me afecte.

A veces siento como si dependiera de la forma de pensar de los demás, y evidentemente eso está mal... Pero, ¿qué se supone que deba hacer para poder superar esto?

Además de fingir que soy inmune a las burlas y comentarios ajenos...

¿Qué más tengo que hacer para dejar de ser débil... Y comenzar a sentirme fuerte yo misma...?

Pensé que quizás el primer paso era guardarme todo para mí misma, y somatizar todo lo que siento de otra manera; después de todo, yo era la responsable de que todo esto me sucediera.

¿No es cierto?

Sin más preámbulos, saqué un pequeño sacapuntas de mi mochila y lo pisé, provocando que se rompiera, luego tomé la pequeña navaja de este, y la pasé fuertemente por mi muñeca.

Esto... Tenía tiempo sin auto lesionarme, pero francamente sí era una manera que me ayudaba bastante a desahogarme.

Dolía, sí. Pero nada se comparaba con el dolor que sentía día con día debido a las burlas, y sobre todo, debido a la falta de amor.

Supongo...

Todo estaba bien ahora, todo mi dolor, parecía calmarse. Ver la sangre escurrir por mi brazo, causaba en mi un sentimiento tan reconfortante...

De la nada, escuché la puerta abrirse de golpe, Vernon había entrado, y al verme, pude notar la evidente preocupación, y el miedo en sus ojos.

De manera rápida, él puso el pestillo a la puerta, para luego abrazarme de manera protectora.

—S-Suéltame...

No quería que sintiera lástima por mi, no él...

—No, nunca lo haré, ______ –se aferró más a mi, pero sin lastimarme, y comenzó a proporcionar suaves caricias en mi espalda– Cortarte, golpearte, herirte... Esa no es la solución, princesa... Recurrir al dolor nunca será la solución, yo...

—Para mi sí lo es, Hansol Vernon... Para mi lo es, y no es sólo eso, sino que también es reconfortante... ¡Tú no lo entiendes! –más lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos– Es la única manera que tengo de somatizar todas mis emociones, todos mis sentimientos... Hansol Vernon, si esto no me hace fuerte, entonces no sé qué lo hará.

—No, ______, la que no entiende eres tú... ¿Cuando entenderás que si tú te lastimas, me lastimas a mi también? Existen muchas otras formas de confrontar tu dolor emocional, y de lograr sentirte fuerte...

Con cuidado, se separó de mi, miró mis brazos, y con mucha suavidad, comenzó a tocar mis heridas con la yema de sus dedos. Posteriormente, se inclinó un poco, y mis ojos se abrieron al máximo cuando sentí un beso suyo en el lugar en donde me había herido.

Él sonreía, pero su cabello se veía realmente opaco, lo que me indicaba que no se encontraba del todo bien.

Y sin embargo él me sonreía, ajeno a lo que él verdaderamente estaba sintiendo, pues quería hacerme sentir mejor.

—Yo siempre estaré aquí cuando más me necesites, no volveré a irme. Te lo juro, _____ –murmuró con una leve sonrisa adornando sus labios, mientras colocaba un vendaje sobre mi herida– Y quiero que sepas, que aunque no me veas, yo siempre estaré contigo; incluso si algún día me transformara completamente en mortal, jamás te dejaría sola, mi princesa.