Muy lejos ya están esos días, leer las páginas de mi vieja bitácora me trae sentimientos diversos. Primero que nada, me siento avergonzado del joven que fui. Tan imprudente y tan temerario. También siento alegría al ver que eso fue lo que me llevó a participar en los eventos que han marcado nuestra tierra. Por último, siento pesar. Pesar por aquellos que perdí de una forma u otra. Quién hubiese pensado que un simple Vigilante podría verse envuelto en la guerra más grande de Galalia. Claro está, yo no soy el protagonista de estos sucesos. Aquellos que llevaron la lucha y desencadenaron La Guerra de los Príncipes son las principales figuras de esta obra. Historias de personas tan diferentes, todos unidos por el destino o la casualidad.
Sin duda hubiese sido un trabajo imposible de llevar sin la ayuda de otros Vigilantes. Repartidos por todo el continente, pudimos recaudar toda la información necesaria para llevar a cabo este registro de nuestra historia. Y ya que viví estos acontecimientos de cerca, se me permitió colocar las entradas de mi vieja bitácora, como un testimonio de primera mano. Sin embargo, no pretendo hacer de esta obra una pérdida de tiempo, no pienso colocar cada vez que cruzamos un arroyo o cuando comí una manzana. Solo utilizaré unas pocas entradas para complementar la historia principal, la historia de mis compañeros y amigos. Y esto sin duda es lo que más me sorprendió cuando me pidieron que hiciera esta obra, yo me relacioné demasiado y participé abiertamente. Se supone que mis opiniones y afectos pueden intervenir en mi forma de contar los hechos pero aún así, me confiaron esta misión. Haré mi mejor trabajo, ya no soy el joven que era antes y comprendo el sagrado deber que tengo.
Este libro es para ti, Misae. Siempre estarás en mi corazón.

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Galalia, los últimos Adahik.
FantasyGalalia es una tierra dividida. En el continente, las seis grandes naciones viven en una delicada paz; años de diplomacia han rendido su fruto. Sin embargo, ciertas heridas no pueden ser curadas por el tiempo, existen viejas asperezas que perduran c...