Sentía que me observaban, esos ojos llenos de malas intenciones muy fáciles de reconocer. Me querían. Rencor, odio, sangre, muerte y muchas cosas podía ver en sus ojos, los cuales estaban dirigidos a mí.
Susurraban. En sus palabras se reflejaba la sangre. Sus voces tenían un sonio saturado que era insoportable, los susurros retumbaban en toda la casa. Necesitaba que se callaran, quería gritarles que paren, pero se me hacía imposible porque mi voz no salía. No podía hablar, era como si me hubiera quedado muda.
Mirándome fijamente durante un largo tiempo. No podía escapar de ellos, ni de sus miradas penetrantes. Tenía miedo.
Estaban muy cerca de mí, debajo de mi cama había más de ellos, que esperaban el momento en el que yo no soporte más la situación y salga corriendo, para así ellos atraparme para no poder volver jamás.
Las horas pasaban y ellos seguían ahí y no se cansaban de observarme. Sentía que cada vez se acercaban más y más para mirarme desde arriba, pareciera que miden dos metros de altura, posiblemente más.
Llevaba años viviendo esto, y no me acostumbraba. ¿Quién lo haría en realidad? Que unos demonios, seres del más allá o como quieras llamarlos, estén horas y horas mirándote sin parpadear ni una sola vez, con ojos completamente negros que reflejan la luz de la linterna y que jamás abandonan tu cuarto. Nadie se acostumbraría a eso.
Este infierno que viví la mayor parte de mis noches, no terminaba y dudaba mucho que lo hiciera. No mostraban señales de cansancio jamás.
Jamás se iba a terminar. No era cosa de mi imaginación, como mi mamá decía. Ella tampoco se cansaba, decía que estaba loca y que sólo tenía que dejar de leer y dejar de ver series de terror, porque me estaba afectando.
Estaba totalmente segura de que los libros y las series no eran la causa de esto, porque estos extraños seres, son completamente reales. Puedo afirmarlo porque justo ahora están mirándote a vos, sólo que todavía no los viste. Al igual que conmigo, están mirándote fijamente, estirando sus brazos para intentar alcanzarte hasta donde vos estás.
Hagas lo que hagas, no salgas de tu cama.
O nunca más vas a ver la luz del sol, justo como yo.

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Relatos Cortos
RandomSimples relatos cortos. Aclaro que lo que actualizo ahora ya lo había publicado, sólo los borré para hacer "mejoras" y corregir errores.