No muy lejos podía escuchar una canción preciosa... no sabía de dónde venía.
El sonido era cada vez más atrapante y completamente hermoso.
Seguí el sonido, el cual cada vez se hacía más fuerte a medida que me acercaba a él.
Y se encontraba ahí, tocando un violín, era quien provocaba esa música encantadora.
Cada vez me iba impresionando más y más...
Ella era hermosa, su rostro relajado y con ojos cerrados eran lo más reconfortante que nunca había visto.
El viento se hizo presente haciendo que su pelo se mueva levemente.
No podía quitar la vista de ella y mi cerebro logró que hiciera oídos sordos a todo, menos a su música.
Supe en ese momento que ella era la persona que tanto estaba buscando.
Y dejó de tocar haciéndome salir de mi especie de trance.
Unos ojos color negro se quedaron mirándome... no me sentía mal al no hablar absolutamente nada, con mirarla me alcanzaba.
No evité el silencio que se había formado en ese momento, no era incómodo ni molesto y tampoco era necesario que alguno de los dos hablara. Era un buen silencio.
Estar de esa manera, me gustaba.
Me pregunto, ¿Qué estará pensando?
Sólo me observaba, hasta que se fue acercando de a poco y con una voz muy suave dijo:
- ¿Te gustó? - Y se le formó una sonrisita de lado.
Yo me limité a sonreír ampliamente y a asentir con la cabeza rápidamente.
Definitivamente era ella, no cabía duda.
Tanto tiempo sin verla a los ojos, tantos años.
No creo que sepa quién soy.
Cuando tuvo el accidente, los médicos dijeron que había perdido la memoria y que eran pocas las posibilidades de que la recuperara... me rendí. Estuve unos días con ella en el hospital y poco después me fui, no volví a verla hasta hoy, hace un momento.
-Jun, ¿Me escuchas?
Dijo mi nombre...
Y de repente, mi corazón a mil.

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Relatos Cortos
LosoweSimples relatos cortos. Aclaro que lo que actualizo ahora ya lo había publicado, sólo los borré para hacer "mejoras" y corregir errores.