Dangerous obsession ~ (Adaptacion)~( Naruhina)~

Capítulo 21

Dedicado a VICKIPANDASAMAROJAS
Felicidades, tu fuiste al que ganó la actividad de el capítulo anterior
Y pues si tengo 17 años a muy poco tiempo de cumplir los 18 haah si quieren más dinámica así para subir capítulos entre semana dejen a qui en los comentarios, bueno sin mas que decir disfruten el capitulo :3

"Dangerous Obsession"

Hinata me miraba asesinamente, mientras que yo me la comía con la mirada. Temari a estaba concentrada en decirme algo, pero aun no lo hacía.
-Muchachos, muchachos ¿Por qué no nos calmamos un poco? -dijo sari. Los tres nos giramos a verla. Asentí con la cabeza y volví mi mirada a Hinata.
-De verdad estoy dolido -le dije y volví a tocar mi pecho -Jamás me lo imaginé de ti, de ti que te veías tan correcta.
-Y ahora la ves incorrectamente deseable, ¿verdad? -dijo Temari -Hagamos un trato primo, te consigo una noche con ella y me cedes tu cuarto.
-Echo -le dije sin siquiera vacilar.
-Óyeme, ¿Acaso mi dignidad vale menos que una buena cama? -le preguntó Hinata sin poder creerlo.
-Por mi pobre espalda si -le dijo mi prima.
-Esa no es manera de convencerme Temari -dijo la ojiperla.
-Y tampoco creo que sea la adecuada -acotó sari.
-¿Lo ves? Eso se llama ser amiga -dijo Hinata y se acercó para abrazar la chica de anteojitos.
-Está bien, está bien -dijo mi prima -Mmm, ¿Qué tal un beso?
La ojiperla la miró fijo por unos cuantos segundos. Soltó un leve suspiro y me miró.
-Está bien -le dijo y se puso de pie. Se acercó a mí. Y cuando estuvo lo suficientemente cerca se puso en puntas de pie. Sus labios rozaron los míos -¿Puedes agacharte un poco? No llego.
Bobamente obedecí a su petitorio. Me incliné y choqué despacio contra sus labios. Y cuando intenté mover mi boca, para obtener un poco más de ello, se alejó -Listo, su cama ya es tuya Temari.
-Pero, ¿Acaso yo no tengo poder de palabra? -pregunté.
-Ese es el máximo grado de intimidad que lograras conmigo, Uzumaki -me dijo la ojiperla.
-Naruto lleva mis maletas al cuarto ¿si? -dijo mi prima.
-Yo creo que es justo -habló sari.
-¿Acaso tú solo hablas para hundirme? -le pregunté -¿Por qué me odias? No, no es justo. Ese no fue el trato Temari. ¿O me das una noche con ella o no hay cama?
-Hinata, ¡por dios! Dale lo que pide -le rogó.
-No, ya te lo dije. Mi dignidad vale más que una cama.
-Por favor, amiga. Por favor -le suplicó poniendo su mejor cara de sufrimiento.
Quizás lo consiga, y al fin obtenga mi noche con Hinata. De solo pensarlo ya me emociono más de lo que debería.
Todos observamos como Hinata miraba fijamente a Temari, de seguro estaba pensando en como decirle que no, que ni loca lo haría. Hasta que se giró a verme.
-¿Sabes Naruto? Pensé que eras un caballero... no se creo que fue una mala impresión. Después de todo siempre te has mostrado generoso y respetuoso para con los que quieres, y como Temari es tu prima... tu única prima por lo que he oído, y por como ella habla bien de ti y lo mucho que te ama, pensé que el sentimiento era mutuo. Pero no... si la amaras y fueras un caballero le cederías tu cama. Creo que me equivoqué contigo -dijo y apoyó su mano sobre su pecho.
Entrecerré mis ojos y la miré fijo por unos cuantos segundos.
-¿Sabes que ese es un chantaje muy barato, verdad? -le dije. Ella sonrió.
-¿Funcionó? -me preguntó. Suspiré levemente.
-Si, funcionó -tomé las maletas de mi prima -¿Están son todas?
-Si primito lindo. Muchas gracias, te adoro, eres un encanto -me dijo ella. Miré a la ojiperla.
-Me debes una -le dije mientras caminaba.
-Cuando quieras -dijo ella y las tres rieron divertidas.
Yo creo que de verdad está intentando volverme loco. Ella de seguro quiere jugar conmigo. Acabo de conocer a la verdadera Hinata Hyuga. Del mismo material que mi prima, fue hecha solo para volverme loco. Aunque si debo admitir que Hinata tiene algo que Temari no.
Sabe cuando decir que no, y dejarlo muy en claro. Sabe como enredarte y hacerte desear. Sabe como dar en el blanco y sabe como hacerte sentir un imbécil.
Dios mío, creo que me saqué un boleto directo al infierno. Un boleto a la locura y a mi perdición. Pero ella no va a poder conmigo, ella va a terminar rendida a mis pies. Eso se los puedo asegurar.