Capítulo 52 parte 2

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(Continuacion)
—¿Qué cosa? —– dije.
—Que te enojes y te salgas de tu paciencia… yo no quiero que las cosas estén mal. Se que tu padre no es un santo. Es más, es una basura. Pero yo creo que…
—No amor, mi padre no merece una oportunidad —la interrumpí al entender lo que quería decirme —No la merece.
Ella se acercó más a mí y apoyó su cabeza contra mi pecho. Levanté mi mano y con uno de mis dedos enredé uno mechón para jugar con él. Ella suspiró.
—¿Cómo te sentiste al ver hoy a tu madre? —preguntó. Me extrañé un poco ante su cambio de tema. Sonreí levemente.
—Feliz —contesté. Al instante recordé que debía llamar a mamá —Demonios…
—¿Qué pasó? —dijo ella incorporándose un poco de mí.
—Me olvidé de llamar a mi madre —le dije.
Ella negó levemente con la cabeza.
—¿Ves qué también eres un mal hijo? Debe estar preocupada. Pero ahora ya es tarde para llamarla —asentí con la cabeza —Mal hijo.
—Mañana, apenas me levante, voy a llamarla —aseguré.
—Si, ya lo creo —dijo irónica.
—Lo juro. Y también voy a hacerte el desayuno —dije.
Hinata sonrió mostrándome todos sus dientes.
—¿Puedes explicarme por qué eres tan lindo? —preguntó.
—Es lo que siempre me pregunto cuando me miro al espejo, amor —dije divertido.
—Tonto egocéntrico —me acusó.
—Te encanta que lo sea —con una uña marcó el contorno de mi mandíbula —¿En que estas pensando? —le pregunté.
Sentí un calor interno que me erizó la piel por aquel simple, pero provocador toque. Se acercó más a mí y comenzó a besar mi mejilla. Cerré los ojos y disfruté de aquello. Sus labios estaban ya bastante cerca de los míos, pero no pude aguantarme. Corrí mi rostro en busca de su boca. Pero ella tomó mi rostro con sus manos. Abrí los ojos.
Se incorporó un poco de donde estaba sentada y abriendo sus piernas se sentó sobre mí. Sentí como mi respiración se agitaba. Es increíble saber que ella puede alterarme así con solo tocarme o mirarme.
—No tienes una idea de cómo me pones, Naruto. No eres conciente de eso ¿verdad? —dijo y se movió levemente sobre mí. Apreté los dientes y maldije por lo bajo. Mi entrepierna comenzó a latir, haciendo que todo mi cuerpo se tensara.
—Te detesto —susurré. Ella sonrió perversamente.
—¿Por qué? —preguntó en voz baja, excitándome. Volvió a moverse. Tragué saliva.
—Porque eres una gatita mala, muy mala —le aseguré.
—¿Soy una gatita? —preguntó divertida. Asentí frenéticamente —Si… pero soy tuya.
—Eso es lo que más me gusta —ella ronroneó y eso terminó con lo poco que quedaba de mi cordura —Por dios, amor, vas a volverme loco.
Posé mis manos en sus caderas. Ella acercó sus labios a los míos y los acarició con provocación.
— Naruto… te necesito.
Ella sabe como enloquecerme. Ella simplemente tiene la receta perfecta de mi maldita enfermedad. Su amor.
Tomé su boca en exigente beso. Ella gimió levemente y su lengua bailó con la mía. Un celular comenzó a sonar, pero no le prestamos atención. Hinata se acercó más a mí y comenzó a susurrar cosas sobre mis labios, tensándome un poco más. ¿Acaso eso es posible? Al parecer si, es muy posible.
— Hinata —susurré su nombre.
—Hazme el amor. Vamos al cuarto. Naruto… necesito sentir tu corazón latiendo sobre el mío rápido, muy rápido —musitó agitada.
La besé ferozmente y sin ningún problema me puse de pie con ella encima. El maldito celular volvió a sonar. Y diablos es el mío. Sin bajarse de mí, Hinata, lo buscó en mis bolsillos. Cuando lo sacó miré la pantalla. La miré a ella.
—Es mi padre —dije agitado. Ella lo tomó y sin vacilar lo apagó. La miré algo sorprendido.
—Tienes razón al decir que no merece una oportunidad. Y mucho menos le voy a dar la oportunidad de arruinar nuestro momento. Ahora somos tú y yo, nadie más —Me dijo mirándome a los ojos. me gustan sus ojos —Y ahora lleva a esta gatita a ese cuarto antes de que se le vayan las ganas de dar arañazos.
Acarició mi nariz con la suya . Respiré profundamente.
—Tus deseos son órdenes para mí, gatita hermosa.
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Dangerous obsession ~ (Adaptacion)~( Naruhina)~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora