Confrontación. (Milo x Camus)

Capitulo IV- Un mal presentimiento.

*POV Milo*

No sabia de lo que era o de quien se trataba, pero algo me decía que tenia que ir a ver de que es lo que se trataba, lo siento mucho por Aioria...pero...era algo que debía hacer yo, tal vez debería ir a informar a Saga, no estaba seguro que hacer, pero cuando me di cuenta mis piernas ya estaban corriendo hacia el norte, no puede hacer nada mas que seguir el camino, a cada paso que  daba me di cuenta que ese olor era de otra criatura muy diferente a la que hay en los alrededores, a medida que me cercaba puede darme cuenta de que ser era perteneciente ese olor, no había duda esta esencia era de esas "cosas", pensé en la forma de atacar pero...era obvio que tal vez el o ella ya sabia que yo estaba aquí, tenia que ser rápido si quería eliminarlo, di un enorme suspiro y escale uno de los arboles, desde arriba estaba seguro que tendría mejor visión de la situación, al llegar a lo mas alto busque con la mirada a la desagradable criatura y lo que pude ver fue a un hombre o mas bien dicho a "eso", baje del árbol y me coloque  en uno cerca de el, me escondí un par de minutos hasta que.

-Se que estas ahí...sal, ahora- su voz sonaba de forma firme y sin titubeos.

-Vaya, creí que te quedarías estático ante mi presencia- salí y me puse enfrente del, esta vez podía mirarlo con mas claridad.

-Jamas me mostraría intimidado ante un ser tal despreciable como tu- su tono sonaba molesto pero a su vez tranquilo.

-Sabes tengo cosas mas importantes que hacer, así que, ¿Por que no me dejas aniquilarte y así puedo irme?- pude sentir como una sonrisa burlona se dibujaba en mi rostro, hace mucho que no me divertía así.

-Lo siento pero no me pienso dejar asesinar por ti, sucia criatura- estaba vez dejo fruncir el ceño.

-Jum, se nota que no eres alguien fácil, bien, prepárate por que no tendré piedad ante ti- mi voz comenzó a agravarse mas con forme las palabras salían de mi boca.

Mi uñas comenzaron a crecer, estaban tan afiladas como un cuchillo, no necesitaba mostrar mi otra forma, tenia la confianza de que eso seria suficiente para vencerlo, el saco un par de guantes los cuales se coloco, también saco tres navajas de su bolsillo, sentí que eso seria una ventaja para mi, supuse que no sabia atacar a corta distancia, aunque debía tener cuidado, si el se había puesto aquellos guantes quería decir que eran de plata, un corte de ellos y seria como si me encajara uno de metal.                                                                                                                                           Corrimos uno hacia al otro, el comenzó a arrojar los pequeños pedazos de aquel metal precioso, logre saltar y esquivar algunos pero uno llego a herir mi pierna derecha, solo fue un corte superficial, pero podía sentir como si me lo hubiese encajado, me queje un poco antes de seguir en curso, tenia que acercarme lo suficiente para lograr herirlo, mire los arboles y pensé en usarlos para poder atacar en diferentes posiciones, así fue, escale uno de los arboles y salte al que estaba a espaldas de el y logre desgarrar su espalda, el cayo hincado al suelo, intente atacar de nuevo, pero el se giro y lanzo una navaja hacia mi hombro, su tiro fue certero, sentía que la herida me quemaba, el dolor era insoportable y mi sangre salia mas caliente de lo normal.

Saque rápidamente el metal de mi hombro antes de poder quemarme mas de lo que podía ya hacerlo, el dolor era insoportable, esta vez me arroje directamente hacia el, varias de esas cosas se encajaron en mis brazos, pero logre llegar justo en frente de el, tome uno de sus brazos y encaje mis garras en el, podía sentir como aquel liquido rojo corría por su brazo y por mi mano, no se quejo mucho, con mi otra mano acuchille su pecho y deslice tan fuerte como pude su piel, esta vez escurrió un poco de sangre de su boca, yo tuve que soltarlo, el ardor era cada vez mas insoportable.

-¿C-Como es posible? ¿Mis heridas no se regeneran con rapidez?- comenzaba a molestarme el simple y sencillo hecho de que su modo de hablar expresara sus emociones y no su rostro.

-No eres el único que tiene trucos bajo la manga- le respondí.

-¿Como dices?- comenzó a levantarse mientras se sostenía del pecho.

-Como podrás ver no eres el único que sabe manejar este metal- saque un pequeño frasco el cual tenia plata derretida.

-Maldito, sumergiste tus uñas en ese liquido para poder provocarme daño, no es así- 

-Así es, tenia que tomar metidas drásticas, resulte con mas quemaduras de los usual pero tenia que hacerlo-  seguimos luchando durante un buen rato terminamos muy mal, yo termine por lo menos con el brazo roto, varias quemaduras en todo el cuerpo por la plata, el cuello torcido, la clavícula dislocada, me partí el labio inferior, tenia la ceja rota, llegue como pude hasta donde me quede de ver con Aioria, para mi suerte el aun estaba ahí.

-¡MILO! ¡¿Que fue lo que te paso?!- su rostro lo decía todo, no podía creer que había pasado.

No pude responderle, me desmaye al poco rato, supongo que en la mañana sabre todo lo que sucedió cuando me quede dormido.

Ella había llegado a Grecia para hospedarse en la casa de la familia Solo, no tenia mucho que llego cuando uno de sus acompañantes la había llamado.

-Señorita Saori- el joven de cabello café se acerco a ella.

-¿Que sucede Aioros?- ella dirigió la mirada a el.

-Llegaron unas cartas del palacio, son importantes- su mirada lo decía todo, eran noticias alarmantes para la joven.

Tomo las cartas para ver de quien era el remitente.

-Oh, esta es de el, sera mejor guardarla y leerla antes de que me vaya a dormir- guardo la carta en su bolso que llevaba consigo.

-Esta es de Shura, ¿Que habrá pasado?- miro la carta con preocupación antes de abrirla -¡No puede ser! ¡CAMUS!

Notas del capitulo.

XD No se por que siento que cuando actualizo este fic, cada vez se me va la inspiración del otro TTuTT, no tengo nada mas que  decir así que Adiooo Ò.Ó7