Fue Destino O Casualidad

31.

El despertador sonó muy temprano así que algo adormilada lo apague y me quede unos minutos allí hasta que recorde que hoy era el día en que iría a Los Ángeles y me levanté de volada, cogí una ropa y me metí a bañarme al salir me vestí rápidamente, estaba terminando de ponerme los tenis y acomode mi cama, cogí mis guiones para seguir estudiando lo de mí universidad y hagarre mis malestas y baje las escaleras, mamá tenía el desayuno listo y ya estaba en el comedor, me senté tranquila aún estaba algo temprano y no tenía porque apresurarme a comer, mi hermana bajo a los pocos minutos y empezamos a desayunar, al terminar nos despedimos de mamá y nos subimos al carro, llegamos al aereopuerto y dejamos las maletas en el guarda equipajes y nos despedimos de nuestro padre, entregue mí tiquete y me subí en el avión, me senté junto a mi hermana... Me puse a escuchar algo de música para calmar un poco los nervios que me daban al estar subida en un avión, no se cuantas horas fueron de vuelo sólo se que cuando llegamos a Los Ángeles mi cuerpo estaba adormecido y mis nalgas no aguantaba estar un minuto más sentada, al bajarme del avión me estire un poco la verdad es que estar sentada por mucho tiempo cansa. Mi hermana me miro un poco extrañada claro pues no dije nada sobre al fin tierra te extrañe ni nada parecido

-Si algo, estoy bien.. No quise quejarme -Dije antes de que mi hermana llegará a preguntarme algo

-No pregunte nada.. -Respondió como inocente

-Tu mirada lo decía todo -Hable en tono burlante y me reí por lo bajo, mi hermana sólo rodeo un poco sus ojos

Hace muchos meses no respiraba el aire de este hermosa ciudad, la verdad es que muy en el fondo me sentía tan bien estar de regreso así sea por unas semanas, salimos del aereopuerto y ahí estaban nuestras amigas quiénes apenas nos vieron corrieron a abrazarnos, estaba tan feliz de volver a verlas y más en este bello lugar, no sólo estaban ellas también estaba Rónald y Aliz cuanto los extrañé, aunque más extrañé a Aliz, quién siempre en las mañanas te levantaba cálidamente con una enorme sonrisa y quién te daba un buen chocolate en las mañanas, la verdad es que mi hermana y yo le teniamos mucho aprecio, Rónald era su hijo un buen hombre, caballeroso, amable, confiable y gran amigo cuidaba mucho de su madre y de su familia...

-Mañana tenemos que celebrar que ustedes vinieron a vernos -Dijo Yari con una sonrisa la verdad es que siempre era un alivio estar con ella..

-Pero primero ellas deben descansar -Dijo Sofia con una sonrisa cálida, Sofia una chica muy buena y divertida le veía broma a todo y te hacía reír así estuvieras en los peores momentos

-En algo tienes razón Sofi..  Es mejor que ellas vayan se acomoden y descansen un poco -Hablo Aliz cálidamente

-Te extrañé mucho Aliz!! -Dije dandole un abrazo a la persona que quería como una madre aunque no lo fuera

-Yo también mi niña -Dijo devolviendome el abrazo

-¿Y yo?, ¿a mi no me extrañaron también?... -Hablo Ronald cómo ofendido aunque me hizo reír un poco

-Si, sólo un poco... Por mucho tiempo me sentí libre de tus bromas y tus alegatos -Dije sonriente

-Ja, pero si ni siquiera alego, sólo intentaba hacer que fueras mas juiciosa -Hablo poniendo su mano en mi cabeza y despeinandome

Llegamos a casa, todo estaba igual que antes.... Mi hermana y yo nos acomodamos y nuestras amigas nos ayudaban un poco mientras Aliz nos preparaba la cena para todos incluyendo para ella y para Rónald, terminamos de arreglar y bajamos a cenar.

-Bien, como Aliz no nos deja tomar vino por ser algunas menores de edad, pues brindemos con jugo -Dije divertida y todos reímos aúnque Aliz me miro cómo ofendida pero sabía que estaba jugando -Es broma Aliz, se que nos quieres cuidar... Bien un brindis por nosotros que estamos aquí y vamos a divertirnos mientras esto duré -Dije alzando mi vaso y tomandone el jugo

-Pues yo también quiero hacer un brindis, extrañaba mucho este lugar, mis amigos, aquí estaba la gran escencia con mi hermana y la hermosa amistad que hemos construido desde niñas hasta ahora... Y brindemos por la amistad que no se daña con nada -Dijo mi hermana y todos la seguimos..

Hubo muchas risas y charlas en la cena, que bien se sentía estar en casa de nuevo... Está noche todas nuestras amigas se quedaron, Aliz y Ronald se fueron ya que tenían que ir a su casa para ver a su familia y todo esa vaina... Estuvimos hablando por un rato con nuestras amigas y luego nos acostamos, no podía dormir mucho así que estaba despierta

-Ana, ¿sigues despierta? -Pregunto Mikela en un pequeño susurro

-Si, ¿por que? -Pregunte sin hacer tanto ruido

-Pensé que era la única sin dormir -Dijo Mikela divertida y soltando una risa