Capitulo 1.

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Al llegar a las oficinas es inevitable encontrarme con la cara amigable de Brent el zorro cuando paso por la recepción. No disimulo mi molestia cuando me detengo frente a su escritorio.

—Belleza, ¿Todo bien?—me coquetea. ¡Como me frustra!

—¿Está la directora?—espetó.

—Tranquila, bebé—me hierve la sangre al oír el apodo.—Ella está en la oficina, esta desocupada ahorita.

Doy un leve asentimiento y amenazo.

—Vuelves a llamarme "bebé" y juro que te arranco el miembro con una aspiradora.

Entonces comienzo a caminar por el pasillo, tratando de calmarme, ya que es la directora, si le grito como le he gritado al mocoso ese, es seguro que tendré que buscar hacer mis prácticas en otro lado.

Llegó a una puerta con las escrituras "Directora T. Arellano" en la ventana de esta. Respiro lentamente, acomodo mi ropa y cabello para lucir más presentable, paso mis dedos debajo de la línea de mis pestañas del lagrimal y finalmente tocó la puerta dos veces.

—Pase.—me indica una voz femenina al otro lado. Tomo una bocanada de aire y tomo el pomo de la puerta abriéndola.

—Buenos días, Directora.—digo con seguridad y carisma sumándome una postura de licenciada, mientras cierro la puerta de atrás de mi.

Encontrándome con una mujer castaña con su vista en un libro mientras tiene su mano con un bolígrafo posada en un blog de notas. Ella bastante bonita y formal. Finalmente habla algo sorprendido cuando me ve. Es muy elegante. 

—Oh, buenos días, Señorita Castell.—me saluda con una sonrisa llena de luz.—No pensé que fuera usted. Siéntese por favor.—Acato sus órdenes sentándome con mis espalda recta en una de las sillas que tiene frente a su escritorio. Su oficina tiene grandes ventanas que dan al campus, todo es muy pulcro con un estilo contemporáneo —¿Qué la trae aquí tan temprano? Ni siquiera han comenzado las clases.

—Acaba de ocurrir una situación que me tiene con los cabos sueltos.—comienzo a hablar con tranquilidad.—Hace menos de cinco minutos un alumno acaba de montar una gran espectáculo, en el cual se me insulto de manera verbal y...

Se escucha como abren la puerta y me callo ante ello.

—Disculpe directora, ¿se puede?—interrumpe una voz que al instante reconozco. El.

Volteo un poco mi tronco para que mi vista se tope con el mocoso mal educado que se cree profesor. Un tipo de adrenalina se apodera de mi. Quiero levantarme y sacarle los ojos con la pluma que tiene en sus manos la directora.

—Ah, precisamente este es el alumno del cual le hablaba.—le señaló firmemente, y volteó a ver a la directora nuevamente.— Este alumno ha armado un gran alboroto en el aula de la profesora Kylie, e infringió varias reglas junto con todo un salón entero.

—Si me permite explicarle...—comienza a hablar el chico cerrando la puerta tras el, pero lo interrumpo. Ni siquiera ha pedido permiso para entrar.

—Este muchacho, casi me ha roto la nariz con la puerta. Aún no se que clase conducta tienen los alumnos en esta institución, y a juzgar por el reglamento creo que es un mejor comportamiento del que ha tenido este alumno, sin mencionar que antes de salir del aula me ha insultado verbalmente con las palabras mas corrientes que se pueda imaginar.

—Señorita Castell, baje la voz por favor.—exclama la directora. Dándome cuenta que sin querer he levantado la voz. Una inyección de vergüenza me agobia. Miro a la directora con arrepentimiento, y me disculpo.

Estúpido MACHODonde viven las historias. Descúbrelo ahora