Capitulo 3

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Camino nuevamente por los pasillos de la institución. Son las 7:30 de la mañana, y ahora no me he vestido tan formal como la última vez. He optado por unos jeans, blusa manga larga de botones blanca con una chaqueta azul, y unas botas negras.

Todo el camino de la casa de mi tía Gloria aquí ha sido solo mentalizarme en estar tranquila, sin hacer algún escándalo por mis arranques de coraje.

Durante todo el domingo de ayer estuve teniendo una lucha interna conmigo misma sobre venir y pasar ridículo con los alumnos que les grite o venir y que me valiera un coño en que posición me tenían esos alumnos. Opte por la segunda opción, obviamente, me importo que poco que me insultara el hijo de mi jefa, no creo que me importe menos que piensen de mi los alumnos.

Después de haber dejado mis papeles en las oficinas y recogido mi horario, me dirijo a la misma aula donde conocí al Profesor Idiota Zurita. En cuanto llegó a la puerta entró al aula sin molestarme en tocar.

Está vacía, a excepción de una persona en el escritorio.

El hijo de la directora se encuentra ahí, vestido un poco más formal que la última vez que lo vi. Lleva puesto una camisa a botones negra a juego con un pantalón blanco, tan blanco y pulcro que me deja ciega. Está inclinado delante del escritorio revisando unos papeles con unos lentes puestos. Se podría decir que es aficionado a Harry Potter por la forma de sus lentes.

Dejo que la puerta se cierre sola detrás de mi, y el sonido de esta hace que el se percate de mi presencia. Me mira detenidamente, mientras yo hago lo mismo, es una batalla de miradas sin parpadear. Tiene un mirar muy pesado a pesar de tener unos ojos tan preciosos. No los merece esos ojos.

—Buenos días, Señorita Castell.—dice al fin de unos segundos.

—Buenos días.—respondo.—Veo que ahora no hay alumnos temprano.—trato de sonar amigable pero hasta yo siento la falsedad de mi tono.

—Nop.—responde volviendo a sus papeles. No se gira para verme, creo que el poco interés que tenemos de convivir uno con el otro es mutuo.

—¿Dónde se supone que trabajaré yo?—pregunto tranquila. Al menos no en un tono brusco. El me mira nuevamente y señala un escritorio pequeño aún lado del suyo, solo que este con más cajones a simple vista, con un cuaderno con el título "Programa de estudios" en la pasta. Pero eso no es lo que me llama la atención, si no, la taza de té y un plato de galletas a un lado del programa de estudios qué hay sobre el escritorio.—¿y esto...?—me acerco al escritorio dejando mis cosas en la silla de este.

El se levanta sobre su silla y va a donde yo estoy. Noto que trata de contener una risa de sus labios.

—Recuerdo que la última vez que nos vimos, le pregunté si usted quería ser recibida con té y galletas.—y es entonces cuando hace un sonido raro pero luego tapa su boca disimuladamente tosiendo. Miro qué hay un cierto brillo en sus ojos. Como si su broma fuera de lo más divertido.

Enserio quiero seguirle el juego, pero creo que me causa tan poca gracia que seria aun mas hipócrita de mi parte el aparentar que tengo el humor para sus bromas. Creo que no me hace gracia cualquier cosa viniendo de su parte, ya que el día de nuestro primer encuentro quedó claro que su tipo de humor es uno que implique sobajar a un mujer o ridiculizarla, como todo machito de su camada.

Te y galletas no remedia el como me ha llamado, agregándole los mil y un insultos que me grito.

—Ah... que chistoso.—es lo único que digo regalándole una sonrisa pedante, entonces me pongo a acomodar mis cosas en el escritorio. Escucho un bufido de su parte y se va nuevamente a sus asuntos en el escritorio.—¿Es té verde?

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⏰ Última actualización: Nov 26, 2021 ⏰

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