Introducción

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Ajeno a la tierra es, en el fondo, un viaje al interior del carácter de un hombre cuyo gran desafío es medirse a sí mismo frente a las tormentas, la noche y el temor.
Superficialmente, es el relato de la extraordinaria misión de un piloto joven que recurre a toda su destreza para superar un duelo solitario contra la muerte. Sin embargo, entre líneas emerge el retrato del aviador como una raza, que trata de proyectarse al exterior, pero aún con mayor fuerza e importancia, interiormente.
¡Este libro antes de ser escrito tuvo que ser volado!

Quienquiera que lo lea. Se encontrará encerrado en una carlinga con Dich Bach. No sólo durante el vuelo, sino más bien durante miles de horas anteriores en las cuales la destreza profesional tuvo que pulirse para combatir la competencia, llegando a la madurez de una filosofía de la vida.
Muy pocas veces se llama la atención sobre el hecho (y éste puede ser un momento tan bueno como cualquier otro para señalarlo) que para llegar a volar, el hombre ha tenido que recurrir a lo más profundo de su corazón y de su mente. En un grado mucho mayor que en cualquier otra experiencia anterior.
No existe nada en a naturaleza física del hombre que lo prepare a volar. Innumerables generaciones han enraizado los instintos humanos a los hábitos limitados por la tierra.
Todo aquello que pertenece al vuelo ha tenido que ser inventado... La nave, los instrumentos, los motores, los sistemas de conducción, las comunicaciones, los aeropuertos... Todo. Y mas aún, el hombre ha debido transformar millares de descubrimientos científicos en compromisos prácticos que puedan ser trabajados, dejándose llevar en el proceso de experimentos sin precedentes.
Cuando contemplo todo esto después de una vida en íntima relación con ello, quedo maravillado mucho más por la profundidad de los recursos espirituales e intelectuales del hombre que por las actitudes o velocidades de sus vuelos.
Nuestro triunfo moderno intenta alcanzar las estrellas es tanto una proyección del espíritu humano como una apertura en el campo de las ciencias. La ciencia es el servidor. El espíritu es el amo.
Este es el mensaje de Ajeno a la Tierra, que brilla a través del amor de un piloto por su avión, de la dedicación de un oficial hacia su patria, de la determinación de un hombre


joven de pagar su deuda de libertad en el combate contra las tormentas, la noche y el temor.

Gill Robb Wilson

Ajeno a la tierra- Richard BachDonde viven las historias. Descúbrelo ahora