Entelequia

16 1 0
                                        

Alejada de mi casa, cerca de un arrollo con un apestoso olor me vi obligada a recostarme en una enorme piedra, jamas sentí tanta paz, todo era borroso, encima de un charco de sangre con un gran trozo de metal que me atravesaba el muslo y no me preocupe, tenia un hermoso paisaje ante mis ojos y cada vez que los cerraba recordaba el accidente, el cuerpo de Allan atravesaba el parabrisas y su brazo ya no le pertenecía a su robusto cuerpo, me atormentaba el recordar las ultimas palabras de Allan sobre sus gritos desgarradores, con una aterradora mirada en donde se veía reflejada su muerte a tan solo cinco segundos, no sentía dolor, tocaba la sangre con la yema de mis dedos con normalidad y la frotaba, en ese pequeño instante no me sentí sola

Tenia un buen sentido auditivo, podía escuchar el mínimo ruido, todo lo sentía cerca; una mano conocida me toco en hombro y me susurro—Fue tu culpa, la muerte de Allan—Se fue, me sentí culpable, saboree las saladas gotas de agua que brotaban de mis ojos, cada una me sabia a decepción, empece a sentir dolor, punciones en mi estomago, y la sensación de repugnancia no se quedaba atrás al darme cuenta de la cantidad de sangre en la que me encontraba postrada, el dolor del trozo de metal que atravesaba mi pierna era insoportable, y la gran cantidad se sangre que perdía cada vez me quitaba fuerzas, pude sentir como si el cielo en cualquier momento se me caería encima y como el ultimo aliento de vida se me iba, supe que era mi ultimo parpadeo todo se puso borroso y en el pequeño momento antes de cerrar mis ojos vi por ultima vez a mi Mamá apuntándome a la cabeza como un ganado, mis ojos se cerraron y sentí el ruido del disparo antes de que este me atravesara el cráneo. 


Verdades (En curso)Where stories live. Discover now