El Asesino Y El Vampiro(vegekaka)

capítulo 21 [lemmon (_/ •u•)_/]

*anteriormente*

Vegeta: *al escucharlo deja su cuello y lo mira admirando cada detalle de su rostro, y luego se acerca a su oido* Goku~... déjame... hacerte mío.... tomar posesión de ti... *susurra en su oido con suavidad*

Goku: v-vegeta... Y-yo....

*actualmente*

*narro yo*

El menor dudaba pero también deseaba que el mayor continuara. Al no dar una respuesta al peli-flama se le ocurrió ayudarlo en su decisión, acercando su boca al delicado cuello del menor donde sus labios rozaron su piel y su respiración choco en tal. Su húmeda lengua recorrió cada centímetro de la piel del menor saboreándola, haciendo que libere los sonidos que tanto retenía. Poco a poco goku fue cediendo, siendo cegado por esas nuevas sensaciones placenteras. Vegeta con sus dientes, sin necesidad de utilizar sus afilados colmillos, atrapaba la piel del menor, dejando marcado lo que era de su propiedad. Chupones y mordidas quedaban impresas en esa piel suave y delicada como pétalos de rosa. La brisa que recorrió sus cuerpos hizo que sus mentes volvieran a la realidad, aunque no en su totalidad. El peli-flama cargo al asesino de miles de vidas, y simplemente entró a la casa para seguido ir al cuarto. Mientras caminaba goku lo abrazaba por su cuello mientras que sus labios se mantenían conectados, saboreando el dulce néctar del cual ambos eran adictos. El mayor mantenía sus manos bajo sus muslos sosteniendolo con fuerza, sin intenciones de soltarlo mientras que al llegar al cuarto entró cerrando la puerta tras el con seguro, y dirigiéndose a la cama. Sin despegar sus labios, el menor término bajo el peli-flama, quien al separarse de esos carnosos labios, sonrió levemente mientras que el menor se sonrojaba levemente al notar la posición en la que estaban. A los ojos se miraban, contemplando ese brillo que ambos poseían. Sus corazones latian cada vez con más fuerza por tenes frente suyo a la persona que amaban, deseaban y adoraban. Una vez más unieron sus rostros sólo con el tacto de sus labios, cerrando sus ojos para disfrutar mejor el momento que más bien parecía un sueño en vida real. Mientras cargaban sus sentimientos amorosos que se tenían mutuamente en ese beso, las manos del mayor fueron recorriendo el cuerpo del menor, siendo sus ojos que exploraban cada centímetro de piel de el cuerpo de goku, el cual como respuesta suspiraba levemente entre sus labios. Cuando la falta de aire se hizo presente despegaron sus labios para luego mirarse a los ojos. Una pequeña sonrisa se hizo presente en el rostro de ambos y una vez más unieron sus labios con mas pasión mientras que pegaban sus cuerpos. Piel con piel, así querían permanecer sin que nadie les quitara ese cumplido. El placer junto con la lujuria tomaban el control de la situación, provocando que sus deseos se fueran incrementando más y más a cada mínimo segundo. Cuando sus labios se despegaron, el mayor se dirigió al cuello del menor para pasar su lengua, labios y dientes por esa piel blanca. Goku suspiraba y se sonrojaba al sentir las manos del mayor en esos botones rosados tan sensibles. Esas manos masajeaban y pellizcaban sus pezones provocando que gimiera bajo y suspirara. Con maestría le quito con delicadeza y lentitud las ropas al menor dejándolo completamente desnudo y a su merced. Ahora es cuando pensaba que era la joya más hermosa convirtiéndolo en uno de los mejores ladrones. Sus manos acariciaban las blancas piernas del menor quien se estremecía un poco mientras que su boca se encargaba de envolver en saliva ambos botones. Su cuerpo recibía leves corrientes placenteras, se excitaba y por mucho que lo intentase no podía retener los sonidos vergonzosos que brotaban de entre sus labios. El mayor por mientras dejo de jugar con sus pezones para ir bajando hasta llegar a la altura del miembro del menor, el cual estaba semi-erecto. Sin mas, su lengua paso por toda su longitud hasta el glande. Un leve gemido se hizo presente en el cuarto. Con rapidez introdujo el miembro del menor en su boca provocando que soltaba nuevamente un gemido un tanto sonoro. Moviendo su cabeza, simulaba embestidas y de vez en cuando una que otra mordida leve en la punta...