3. Clic

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Si acaso resultaba cierto que este niño era el mismo de aquel hace 6 años, entonces parecía ser que cada vez que estaba con él algo hacía “clic” dentro de Jonghyun, ese clic activaba todo lo que el guardaba dentro de sí, aquella vez en el parque… El llevaba tanto tiempo queriendo jugar y ensuciarse con los demás niños pero el miedo a ser rechazado se lo impedía, un temor inmenso a que los demás se burlaran de quien era lo cohibía de tantas cosas, sin embargo, apenas vio a ese niño de ojos preciosos y ahora preciados para él, todo el pavor que se acumulaba dentro de si mismo, encerrando todos sus sentimientos como un candado que aunque pequeño retiene tantas cosas grandes se abrió, se abrió dejando salir todo, sin guardarse nada, inmediatamente salió a correr y jugar como lo había deseado, se olvidó de todo y… Fue el mejor momento de su vida; y hoy, llevaba tanto tiempo sintiéndose solo, sabiendo que los que se hacían llamar sus amigos únicamente estaban con él por el temor que les infundía o por los privilegios que recibían de estar con aquel al que todos obedecían, deseando ser amado y amar alguien, sin poder decir lo que guardaba dentro de él a nadie ya que el temor a ser rechazado de nuevo, a que lo vieran débil no se lo permitía, hoy cuando vio esos ojos no pudo más que llorar, dejando salir toda la tristeza y la rabia que lo invadían.

Entonces Jonghyun vio como el joven de los ojos tan preciados para él se despertaba.

- ¿Cómo te llamas? – Preguntó, ciertamente ansioso y emocionado por la respuesta; sin embargo él solo lo miraba fijamente, sin responder, y en ese momento Jonghyun lo supo, supo que era aquel mismo niño, aunque en sus ojos ahora ya no veía felicidad como aquel día tan valioso en sus recuerdos, ahora veía rabia, mucha rabia en él.

- Un espejo – Fue lo único que se dignó a responder.

- ¡¿Qué cómo te llamas?!

- ¿Qué te importa?

- ¿Key?

- ¿Cómo sabes mi nombre? – Preguntó un poco nervioso ahora, ¿Qué clase de persona era aquel tipo? ¿Acaso llevaba acosándolo y persiguiéndolo todo este tiempo sin que él lo notara? 

- Kibum, Kibum, te extrañé tanto. – Emocionado corrió a abrazarlo, lo había encontrado, aquel niño que había jugado con él sin criticarlo, solo teniendo montones de diversión juntos.

- Suéltame. Y dame un espejo – Jonghyun no pudo hacer más que darle su tan anhelado espejo a aquel singular personaje, *esos ojos* observó con cautela como su cara se transformaba de rabia a pánico.

- Mira como me has dejado la cara, ¡imbécil! - ¿Acaso era eso lo único que le importaba? *esos ojos* ¿Cómo le había quedado la cara? Por fin se habían reencontrado, Jonghyun lo había extrañado tanto, ni siquiera le importó que él estuviera enojado por cómo había quedado su cara.

- Key, te he estado esperando. – Kibum se empezó a asustar.

- Te necesito – Jonghyun seguía hablando.

- Te necesito ahora Key.

Clic

Y en ese momento todas esas ganas de dar amor que Jonghyun había estado guardando dentro de sí salieron a flote, sin pensarlo dos veces se abalanzó sobre aquel cuerpo glorioso y perfecto, lo abrazó “suéltame idiota” – le pareció escuchar – pero simplemente lo ignoró y empezó a besarlo, todas las emociones que llevaba dentro lo dominaban, tenían total control sobre su cuerpo, aprovechando que Key seguía en la cama, Jonghyun se acomodó sobre él y empezó a besarle el cuello, el sabor de aquella criatura era delicioso, no se parecía a nada que hubiera probado antes, era tan delicioso, sabia a gloria, pero al mismo tiempo sentía que ese sabor era algo parecido al fuego, quemaba pero era tan delicioso que no le importaba, “por favor”, entonces con brusquedad le quito la camisa, y siguió besando la piel que lo tenía tan desquiciado – sintió un pequeño dolor en la entrepierna, que aunque él no lo notara había sido propiciado por una de las patadas que Kibum le había propiciado tratando de defenderse – oh, ahora podía apreciar esos botoncitos rosados, lo llamaban a lamerlos como si fueran colombinas esperando a que un niño las lama para soltar todo su delicioso sabor – sintió unas manos tratando de alejarlo de su objetivo, así que sin mucha delicadeza las cogió y las amarró a la cama – bien, ahora quería más, le bajo el pantalón, lo que vio lo sorprendió, él tenía las piernas perfectas, tan bien esculpidas, las beso de arriba abajo varias veces, ignorando las pequeñas sacudidas que estas pegaban – Kibum, tratando de zafarse de nuevo – “por favor, por favor, haré lo que quieras, te lo imploro, esto no” – se escuchaba a lo lejos – le soltó una de las manos, a lo que Kibum se emocionó pensando que por fin lo iban a soltar, que sus suplicas habían sido escuchadas, se relajó, lo que sucedió a continuación fue que Jonghyun le dio la vuelta y amarro la mano recién liberada al otro lado de la cama, acto seguido pasó la lengua por toda su columna de arriba abajo, por su espalda, aunque aquel tipo se le hacía extrañamente familiar, y bien parecido, no podía evitar el asco que sentía, le iban a quitar su virginidad, aquella que al fin y al cabo estaba guardando para alguien especial, entonces Jonghyun empezó a masajear sus glúteos, Kibum escuchaba los gemidos que él pegaba y eso solo le producía mayores arcadas, ¿por qué? ¿Por qué tenía que pasarle esto a él? “Key, te necesito ahora” – escuchó Key que Jonghyun decía, con una voz muy baja, era casi un susurro – entonces sintió cómo un dedo fue introducido dentro de sí – dolor, dolor, dolor, dolor – no había ningún otro pensamiento dentro de su cabeza, dolor era todo lo que sentía, un dolor inmenso, sentía como si lo estuvieran abriendo en dos, lo peor era que no podía hacer nada para evitarlo, amarrado como estaba, luego sintió como ese dedo salió bruscamente fuera de él, sintió su cara toda mojada, las lágrimas seguían saliendo, ahora sentirse vacío tan repentinamente cuando su cuerpo se empezaba a acostumbrar a aquel dedo invasor dolía aún más, luego sintió algo en la punta de su entrada, lo cual le advirtió que lo que ahora entraría sería mucho peor que lo que había entado anteriormente, nada lo podía haber preparado para algo así, nunca, el dolor que sintió cuando el pene de Jonghyun se introdujo dentro de sí era incomparable, era como si te clavaran mil cuchillas por dentro y empezaran a girarlas, abriéndose paso en tu interior aunque tu cuerpo estuviera claramente rechazándolas, “si, Kibum, te necesitaba tanto”, en ese momento Kibum no pudo más, se vomitó, manchando toda la cama de su atacante, vomitó y vomitó, saco todo lo que tenía dentro de sí, después de eso perdió la conciencia.

Cuando Kibum empezó a abrir sus ojos de nuevo e intentó incorporarse, un dolor gigante le atravesó toda la espina dorsal, miró a todos lados ¿dónde estaba?, no recordaba nada.

- ¿De-despertaste? – Escuchó que alguien tartamudeaba al lado suyo, cuando lo volteó a mirar lo recordó todo, lágrimas de nuevo se formaron en su cara, pronto ya la tenía toda empapada de nuevo.

- No llores, por favor, no llores.

- No me hables.

- No llores, yo no quería hacerte daño, te quiero, te necesitaba mucho – Kibum al escuchar esto no pudo hacer más que sentir repugnancia por aquel tipo.

- Me acabas de violar imbécil, ya me hiciste mucho daño.

- No me digas imbécil, mi nombre es Jonghyun.

- ¿Jonghyun? ¿Kim Jonghyun?

- ¿Me recuerdas?

- No… Es imposible….

- Soy yo Key, soy aquel niño en el parque hace 6 años.

- No puede ser, aquel Jonghyun era tan amable, tan bondadoso, jamás sería capaz de hacer lo que tú me acabas de hacer, ¡eres un mounstro!

- Key, por favor, no me digas eso – En ese momento Jonghyun entró en pánico, Key era la única persona que no lo había rechazado, no podía hacerlo ahora, no cuando más lo necesitaba, él no lo había violado, le había hecho el amor, lo que le había hecho lo había hecho con amor, con todo el cariño que sentía por aquel niño de los ojos hermosos, ¿acaso no lo entendía? Jonghyun se dispuso a abrazar a Key para hacerle participe todo el amor que sentía, en ese momento era como un niño pequeño, no entendía por qué no lo entendían, quería que lo entendieran.

- Aléjate de mi mounstro.

Entonces observó cómo Key salía, casi cayéndose en varias ocasiones, de su cuarto, sin poder hacer nada para evitarlo.

Ya estaba muy tarde, no veía nada, Key no podía caminar más, así que se tiró en una esquina, con todo el dolor que sentía, lloró, lloró por horas, o tal vez minutos.

- ¿Estás bien? – Escucho que le preguntó un niño

- Déjame ayudarte – Le repitió aquel niño.

- Mi nombre es Taemin – Volvió a hablar aquel niño con una sonrisa en su cara.

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⏰ Última actualización: Mar 27, 2014 ⏰

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