Vuelve amarme

Cap 13 He oído todo esto

"Seguro que eres una entusiasta, Jiwoo."

Jiwoo no respondió. Ella estaba tratando de terminar su almuerzo y salir de la cafetería lo más rápido posible. Y era casi casi imposible tragar y seguir comiendo como si nada estuviera mal porque ella era consciente de muchas cosas a la vez.

Todos los ojos la miraban.

Incluyendo el resplandor ártico de Somin.

La mirada burlona de Matthew .

Y la mirada penetrante de Tae-hyung.

Todos la hacían incómoda y nerviosa y era difícil mantenerse digna y serena. Ella culpó a Tae-hyung. Ella lo culpó por acorralar, encantándola y persuadiéndola. Ni siquiera confiaba en ella para cumplir su promesa, el hombre acechaba en torno a su escritorio a medida que la hora del almuerzo se acercaba, y odiaba cómo finalmente se dejó dominar.

"Y ahora sé por qué eres tan hermosa", agregó Tae-hyung. " comes muchas verduras."

Jiwoo casi se ahogó.

Era demasiado desvergonzado.

"¿Agua?" Tae-hyung arrastraba, inclinándose hacia adelante y empujando la botella a su manera.

Agarró la botella. Después de tragar el agua, dejó la botella y le dijo con irritación: -No estás comiendo.

"Creo que estoy lleno viéndote comer."

-¿Y no eres alérgico a la piña? -comentó mientras fruncía el ceño ante los pedazos de piña en su jugo.

Inmediatamente deseó haberse mantenido callada cuando vio una sonrisa iluminar su rostro.
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FlashBack

-¿Por qué me trajiste jugo de piña?

Jiwoo estaba paseando a su perro en el parque por la noche cuando oyó esa voz tan familiar. Sus ojos se abrieron y ella miró a un lado. Tae-hyung estaba sentado en un banco. Estaba mirando a su amigo que estaba sosteniendo una lata de piña.

No sabía por qué se escondió detrás del árbol. Tal vez fue porque ella estaba acostumbrada a esconderse de él. Su perro, una linda Pomerania, empezó a ladrar impacientemente y ella lo silenció. Luego siguió escuchando.

"Oh, sí," dijo su amigo con una comprensión al amanecer. Eres alérgico.

"Wow, ¿cuántos años hemos sido mejores amigos?"

Su amigo frunció el ceño. "Cállate. Aquí. Toma mi bebida en su lugar.

Pero no me gusta la fresa.

-¿Por qué no bebes agua en el estanque?

"¿Por qué no dejo de ayudar al consejo estudiantil después de la clase? ¿No dijiste que sólo me necesitas un mes? ¿Por qué sigues obligándome a quedarme?

"Está bien, está bien", gruñó su amigo. Te voy a traer otra copa.

Alérgico a la piña. No le gustan las fresas.

Jiwoo felizmente archivó lejos esta nueva información en su gabinete mental Tae-hyung. Y ahora sabía la razón por la que no iba a la biblioteca mucho en estos días y por qué no había ido el mes pasado. Estaba ayudando a su amigo.

Su perro tiró de la correa, gruñendo, y con un suspiro, le dio a Tae-hyung una última mirada antes de irse.
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-¿Cómo lo sabías? -preguntó Tae-hyung.

Jiwoo apuñaló un trozo de zanahoria y apartó la mirada. -He oído a alguien decirlo en la oficina.

"Seguro que lo hiciste."

"Yo si."

"¿Sabes que cuando mientes, tus oídos se ponen rojos?"

Jiwoo le devolvió la mirada. Tae-hyung le sonreía con cariño y su pecho se apretaba ante la vista.

"Sabes," dijo en voz baja, recogiendo sus palillos. "Realmente deseé que te enamorases de mí otra vez."

Bueno, yo no, pensó, las facciones se tensaron. Tae-hyung bajó la cabeza y finalmente comenzó a comer su comida.

No quiero volverme a enamorar de ti.