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pasó a mi caja, y yo comencé a tensarme, ya que nunca tuve la fortuna de atenderlo hasta ese momento.

sonreí como pude y traté de entablar una pequeña conversación mientras pasaba sus medicamentos torpemente por la cinta, a la par que él me dio una fugaz sonrisa.

𝙨𝙤𝙡𝙚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora