UNNAMED

Capítulo Uno « Encuentro. »

Todo... Está oscuro, no sé en que lugar me encuentro, me siento mareado, como si mi cabeza diera vueltas, mi cuerpo se siente tan rígido que me hace incapaz de moverlo, ¿Por qué?; mi respiración se siente pesada, siento algo extraño en mis manos, que baja desde mi muñeca haciéndose camino por entre mis dedos hasta caer desde la punta de los mismos.

Lentamente la oscuridad a mi alrededor se comienza a iluminar, - ¿Q-Qué ...? -, mi voz, no podía decir nada, ni una palabra logra salir de mi boca, a pesar de que el clima está helado, mi cuerpo está muy cálido, demasiado. - Y-Yo... -, sentí una combinación de sentimientos que llevaban a la sorpresa e intriga, el terror y la confusión invadían mi mente, mi cuerpo. - La maté. -

Deje salir esas palabras al observar a aquel ser que tanto amaba recostado en la suave capa de nieve, mientras un frío manto la estaba comenzando a cubrir, lo blanco del ambiente se tiñó de carmesí, su cuerpo emanaba un líquido que poco a poco se extendía a lo largo del suelo, ensuciando su fina manta y el lugar en que su cuerpo reposaba, el mismo líquido de mis manos.

 - ¿Yo... Lo hice? -, esa pregunta resonaba en mi cabeza una y otra, y otra vez; no podía creer lo que pasaba aún cuando lo estaba observando con mis propios ojos, incluso por un leve momento, llegué a creer que estos me mentían, sentía como mis ojos se entrecerraban, algo en ellos comenzó a fluir, se llenaron de cálidas, pero a la vez frías lágrimas, las cuales suavemente bajaban por mis mejillas, hacía mi mentón para así caer una por una, no les veía fin, no sabía que hacer, no lograba recordar absolutamente nada de lo que ocurrió, mi mente no lo asimilaba.

Me temblaban las piernas, ya no aguantaba estar de pie, caí de rodillas frente al cuerpo de aquella persona tan especial para mi, lentamente caí en desesperación con llanto seguido del mismo, en mi mente no cabía el hecho de que fue asesinada... Por mí.

Poco a poco abrí mis ojos, centré mi mirada en ella, su delicado y perfilado rostro no había sido cubierto por completo, el sólo ver su rostro hizo que sintiera tranquilidad, sin apartar mi vista de este, me acerqué suavemente a sus bellos labios, para proceder a besarlos tiernamente, se sentían fríos, más de lo común, aunque por un momento, no sé bien si mi mente no me jugó una broma, sentí una ligera calidez proveniente de ellos.

Aún no era capaz de recordar algo, sólo su nombre, - Leonel... -, lo repetía a gritos de manera desesperada, mientras tomaba con un poco de fuerza su frágil y pálida mano, y con suma suavidad su firme y rosada mejilla, esperaba una respuesta, por más mínima que fuera, quería que ella respondiera.

Al estar en ese acto de desesperación, noté con gran asombro su mirada, de la cual no me había percatado, mi pupila se hizo mínima, mis ojos se abrieron llenos de sorpresa, su mirada llena de terror e ira me estaba viendo, sus pestañas que una vez fueron hermosas ahora se encontraban deformadas, sus ojos completamente abiertos (incluso podrías pensar que estaban a punto de salirse de sus cuencas).

Su mirada penetraba lo más profundo de mi ser, recorría mi alma entera hasta llegar a mi mente, a la cual le llegó un confuso y vago recuerdo, gritos... ¡Si! eran gritos, que suplicaban clemencia y piedad, se podían sentir tantas emociones que incluso me produjeron un escalofrío que recorrió mi espalda, « ¡Ayuda! ¡Por favor alguien ayúdeme! ¡Mi cuello está siendo destrozado! », lo único que veía era nieve y después, ese blanco se tornó rojo, ahí fue cuando reaccioné.

- Era... -, mis manos sostuvieron fuertemente mi cabeza, mis dedos se metieron dentro de mi cabellera agarrando fuertemente mi cuero cabelludo, mientras me encorvaba hacia delante poniendo mi cabeza en el frío suelo, mis labios temblaban, me dije a mi mismo con una voz quebrada.

- Esa persona era... -, no lo podía creer, no  entraba en mi cabeza, no podía pronunciar otra palabra más que, - Loreine. -, a pesar de pronunciar aquel nombre, no podía ser capaz de recordar a quién le pertenecía, « ¿Quién es? », esa pregunta comenzó a invadir mi mente, ella era alguien a quien conozco... o conocía, pero más importante, ¿Quién fue la persona que le hizo daño? ¿Habrá sido la misma que asesinó a Leonel?...