Hasta que el CONTRATO nos SEPARE (Tercera Temporada)

CAPITULO 45 |PAPEL *PENÚLTIMO CAPITULO*

Quedé en casa mareada con tanto en mi cabeza. Por un lado el niño que quiero tener, por otro lado Zayn y su repentina aparición.

Siento que ahora lo único que me importa realmente es mi niño.

Llamé a Richard y salí con él a iniciar trámites de registro de propiedades.
Es decir, que el Gobierno supervise si tengo posesiones a mi nombre. Ahora lo único que tengo a mi nombre es mi carro.

Ése trámite tomaría 72 horas, es decir tres días. Sin esa supervisión no podría iniciar el proceso de supervisión de crédito que también me pedían.

Es decir, debía demostrar al orfanato y al Gobierno que no tengo problemas financieros y mentales para poder adoptar a ese niño.

Al día siguiente, Zayn llegó a mi  departamento, eran las 12 del día.

-Hola--Sonreí y nos dimos un beso en la mejilla.

-Te iba a llamar pero no tengo tu número ahora.

-Te lo daré--dije--siéntate a comer

-No te preocupes, no sabías que venía y no quiero que te quedes sin comer

-Vamos Zayn, come conmigo. Si hay para ti.--sonreí

-Estuve pensando mucho en lo que ahora somos--dijo sentándose en la mesa y le di su plato de comida

-¿ya te arrepentiste?--sonreí segura

-No--contestó ofendido--¿eso esperas?

-No, pero no estoy tan segura de tus palabras.

-Pensé que había sido claro ayer.

-Lo fuiste pero yo también. Es sólo cuestión de tiempo.--dije y él no respondió.

Al final de la comida él quiso lavar los trastes pero no le permití.

-mejor Cuéntame que estuviste pensando de lo nuestro--dije

-Que debería comprar una casa aquí--dijo sin mirarme.

-si así lo deseas está bien.

-No se por qué siento que tú no estás contenta con esta relación.--dijo y tomó sus llaves como para irse.

-¿te vas?

-También siento que no me quieres aquí

-No digas eso--lo tomé del brazo y lo llevé al sillón. Lo hice sentarse y me senté junto a él con mis rodillas cerca de mi pecho.--Tienes razón, siento que esta relación va a acabar y eso me impide ser yo misma

-Pero dijimos que íbamos a intentarlo--dijo

-Es cierto--contesté apenada y miré su pecho. Él se ubicó mejor para mirarme de frente--¿puedo besarte?--preguntó y eso me pareció gracioso. Desde cuando él me pregunta una cosa así.

-Si--dije y esperé que viniera rápido a mí, pero no.

Me miró a los ojos y noté se observaba mis pestañas que no son nada hermosas en comparación a las suyas. Miró mi nariz y poco a poco se iba acercando a mí. Sentí que mi piel se erizaba al verlo así de romántico. Me puse nerviosa cual colegiala ingenua.

Levantó su mano levemente hasta dejalar detrás de mi cuello que ahora sufre una contusión de nervios.

Me acercó a su boca sin dejar de ver mis labios que segura babean por él. Presionó sus labios contra los míos y cerré los ojos firmemente.

Mo estómago sintió el revoloteo de las famosas mariposas que hace mucho no sentía. Abrió con sus labios los míos y tomó mi inferior succionandolo estúpidamente delicioso.