ONE SHOT Parte 4

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Y aquí estamos, viviendo juntos en su casa, con el hermoso Dodger como hijo único por el momento.

Su familia se quedó muchos días e hicimos de todo. Fuimos a Disney, como es tradición, pero Christopher Robert no me dejó subirme ni al carrusel. Ni a las gradas de los espectáculos. Así qué chiste.

Pero me la pasé genial con Miles y su disgusto natural por la vida. Ese niño es divertidísimo. Sus hermanas son geniales, la verdad es que nos entendimos de inmediato y se portaron increíble conmigo. Scott hacía mil bromas para hacer rabiar a su hermano mayor, hasta llegó a decir que por mí se volvía hetero. Todos nos reímos y Chris lo empujó alejándolo de mí y me abrazó.

Ya no me queda mi ropa. Tengo tres meses apenas y parece que tengo cinco. Así que Lisa, para animarme, me lleva de compras junto con mis cuñadas y mi adorada Eliz. Y pasamos por una tienda de novias donde veo el vestido de mis sueños. Pero, por supuesto que no entro en él. Tendré que buscar algo más acorde.

Dos semanas después de mi caída, fuimos con el ginecólogo para el chequeo de rutina. Me revisa, me hace las preguntas de rutina y después de hacerme el ultrasonido y todo, nos dice que aunque todo parece estar bien y no hay desprendimientos ni nada, no me aconseja viajar. Además, dice que necesita checarme cada dos semanas, ya que los gemelos idénticos tienen la misma placenta, y eso es delicado, ya que algunas veces un bebé obtiene más alimento que el otro y además, con la carga de dos bebés la placenta puede envejecer más pronto, calcificarse antes de tiempo y provocar un parto muy prematuro. Así que necesito calma, paz, cero estrés y una excelente alimentación. Así que, además de los consejos que me da el médico, le escribí a mi amiga Gigi, que es estudiante de medicina y una experta en el tema de comer sano. Después de darme los mejores consejos, me dice que me cuide y me felicita por los bebés.

Así que la hermosa boda en Boston tendrá que esperar. Ni modo. Todo sea por la salud de nuestros hijos.

Cuando se lo decimos a Lisa, aunque se desanima mucho, nos dice que la salud de sus nietos es lo primero. Y que además así, nos da tiempo de preparar una boda más grande y bonita. Ella siempre viendo el lado bueno de las cosas.

Al parecer sí podré usar el vestido de novia que me gustó. Pero será después de que nazcan los bebés. Así que, como tenemos que casarnos pronto por mi situación migratoria, decidimos casarnos por el civil solamente, ya después celebraremos nuestra boda por todo lo alto, que seguramente será en la iglesia Católica, porque Chris y su familia son italianos. Ya veremos.

Así que nos casamos en el Ayuntamiento de Los Ángeles, con su familia y nuestros amigos presentes, y aunque al principio quisieron ponernos trabas por mi situación migratoria, un par de llamadas al hermano de Lisa, Michael Capuano, que es un respetado político, y asunto arreglado. Además, estoy embarazada de Chris, ¿Qué más prueba quieren de que nuestra relación es real?

Eliz y Sebs fueron mis testigos, y Scarlett Johansson y Anthony Mackie los de Chris. Fue una ceremonia íntima y preciosa, y yo no paraba de llorar, la verdad es que aunque soñé por años con casarme con Chris y siempre tuve mil fantasías, estar ahí realizando mi sueño era una sensación mágica.

Después de la ceremonia, fuimos todos a comer al restaurante de comida italiana que a Chris tanto le gusta. Pasamos una tarde súper divertida entre anécdotas, bromas y recuerdos de cómo nos conocimos y hasta dónde hemos llegado. Todos comentaron que les parecía increíble que el incasable Chris Evans por fin hubiera sentado cabeza y lo más increíble, que gracias al maldito condón que ya es casi una celebridad entre nuestros amigos y familiares, va a ser papá de tres criaturas. Les parece totalmente loco pero a la vez los alegra y los complace verlo feliz en esta nueva etapa.

ONE SHOTS Chris Evans y Anne G.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora