Capítulo 5

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Pasan los días y Avery sigue sin decirme nada sobre la pareja, lo cual no sería tan preocupante de no ser por que estamos a quince días del concurso

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Pasan los días y Avery sigue sin decirme nada sobre la pareja, lo cual no sería tan preocupante de no ser por que estamos a quince días del concurso. Ya casi no hay vuelta atrás, mañana tendremos que inscribirnos definitivamente. Por más que le insisto, se niega a decirme quién es. Lo único que sé es que ya ha encontrado a la quinta pareja para el concurso. Carl y su nueva novia. Me pregunto quién querría concursar con él o, todavía peor, ser su novia. Pero el caso es que no sé con quién tendré que participar, y eso me pone de los nervios. Por eso hoy, justo después de entrenar, me pasaré personalmente por la casa de Avery para que me lo diga de una vez. Puede que ni siquiera esté, pero por probar no pierdo nada.

Tras una hora y media de ejercicio con mi entrenador personal en Central Park, corro, sin tan siquiera cambiarme de ropa en casa antes, a buscar a Avery. Cuando llego a donde vive, llamo al timbre. Es un edificio adosado no muy alto, hecho de ladrillo, algo típico en muchas casas de Nueva York.

- ¿Quién es?

- Ave, soy yo, Taylor.

- Ah, Taylor, disculpa, te atendería, pero es que estoy cocinando para invitados y estoy muy ocupada...

Mientras habla, alguien me abre la puerta.

- Venga, pasa. Taylor, ¿verdad?

- Sí.

Es Erik, el novio de Avery, la cual aparece de pronto algo alterada.

- ¡Erik! ¡Pero serás...! Ya te dije que...

- Ni caso. Creo que Avery tiene algo que decirte...- Me dice Erik, mientras le dirige a Ave una mirada asesina.

- ¡Te odio, Erik! En fin, Tay, creo que es hora de que sepas quién será tu compañero de una vez por todas.

A saber. Quizás sería mejor simplemente no descubrirlo.

- No pongas esa cara, Taylor, ¡has tenido suerte! Drake, un pariente de Axel, está dispuesto a acompañarte.

Vaya, esto no me lo esperaba. Si es su pariente por parte de la familia noruega, no puedo quejarme... Y la americana tampoco creo que esté tan mal, viendo a Erik.

- ¡Vaya! ¿Y tienes alguna foto?

- No, ahora mismo no. Pero bueno, al menos ya sabes quién es.

- Lo veré mañana en la inscripción, supongo.

- Claro.

- Bueno, creo que ya me voy, entonces. Tengo algo de prisa, y tú tenías visita, ¿no?

- Bueno, en realidad, lo de la visita era... En fin, como sea, que nos vemos mañana. ¡Chao!

- Chao, hasta mañana.

Mi éxito en ese concurso va a ser tan inexistente como la visita de Avery, pero al menos espero tener una buena pareja. Me niego a quedar mal en ese aspecto.

Al día siguiente, quedamos en las oficinas de Double Adventurers para hacer la inscripción.
Ya estamos allí Nate, Alice, Carol, Sarah, Carl, su novia y yo, pero faltan Avery, Erik y Axel.

- ¡Perdonad la tardanza! Mira, Taylor, este es Axel.

- ¡Hey, ¿qué pasa?!

Esto tiene que ser un error. Ese tal Axel no pasa de los trece años.

- Eh, Avery... ¿no es un poco... pequeño?

- Tengo dieciséis años, que sepas.

- Y yo veintiuno. Que sepas.

- Tranquila, Tay, es solo para el concurso, y cumple la edad mínima para participar.

- Pero no para ponerme un dedo encima, Avery. Que quede claro.

- Bueno, ahora ya está. Pero bueno, al fin y al cabo es solo una tapadera.

- Pues he estado con tías que estaban más buenas. ¿Seguro que es modelo?- Vuelve a intervenir Axel.

Pues soy más alta que él.

- Axel, cállate- Le incrimina Erik, lo cual le hace callarse de inmediato.

Anotación para el futuro. No dejar que Avery organice nada en lo que yo esté implicada.

- ¡Ya podéis pasar!- Dice una mujer que está unos metros más al fondo, en recepción.

Todos entramos a donde nos indica y firmamos todo lo necesario.

- Bien, pues embarcaréis el 16 de julio a las 6:00 a.m. en el aeropuerto John F. Kennedy rumbo a Dubai, donde tendrá lugar la gala de presentación y las primeras pruebas. Y nada más, ¡mucha suerte a todos!

- ¡Gracias!

Y tras salir de allí y despedirnos, me voy a casa junto con Nate y Alice, que se quedan a comer conmigo.

- Quizás hasta merezca la pena- Dice Nate-. Y no sé por qué, pero me da la sensación de que nos van a sorprender.

Conforme pasan los días, los nervios van aumentando, y me cuesta cumplir una de las normas que nos dieron el día de la inscripción: no decir en las redes sociales nada sobre que somos concursantes. No obstante, me contengo. Solo me falta cagarla ahora. Los demás también la cumplen a rajatabla. Bueno, menos Axel. Erik ha tenido que borrar rápidamente un direct que su familiar subió a su historia de Instagram quitándole el móvil de las manos, evitando de milagro que fastidiara todo el concurso. A parte de eso, todo transcurre sin problemas y, al fin, una mañana la fecha marca 16 de julio.

El día ha llegado. Tengo el equipaje preparado desde ayer, por lo que no tardo en estar lista para salir hacia el aeropuerto. Paso a buscar en coche a Alice y Nate, los cuales tendrán permiso para faltar al trabajo en lo que dure concurso, a cambio de vacaciones.

- ¿Qué, Taylor, lista para el viaje?- Me pregunta Nate.

- Yo siempre estoy lista.

Mil maneras de cagarla con estiloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora