La causa de mi muerte

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Se me ocurrió de repente, no le busquen demasiado sentido a esto porque no lo tiene mucho.
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Es... algo complicado de entender.

Habla la voz grave, apoyando sus codos sobre la mesa, la cual se encuentra llena de comida, rascándose la barbilla mientras la apoya en sus manos.

Era de noche, la luz de la luna iluminaba el mar y todo el pueblo, pero más iluminaban las luces que prendían los ciudadanos, mientras festejaban el nacimiento del próximo heredero al trono de la familia… no me acuerdo demasiado, pero pongámosle que se llamaban…“Hirosaki”.

Bien, el rey bailaba junto a su esposa alegremente, mientras en los brazos de ella tenía al recién nacido, con una carita media dormida.

El ambiente era cálido, lindo, sin ningún sufrimiento a la vista y puro, era para estar allí durante varias horas con una gran sonrisa en el rostro.

Todo completamente diferente al castillo, el cual muestra un ambiente frio, triste, pesado, con un olor a un muerto que ha estado varios años sin ser llevado a la tumba.

¿Pero por qué? ¿Por qué demonios el castillo se encuentra así?

Pues, en el sótano del castillo hay varias cosas que el pueblo desconoce, como herramientas para matar, sogas, objetos tóxicos, cosas de tortura, cuerpos de gente muerta que se van poco a poco pudriéndose hasta que son devorados por los gusanos, los cuales son asesinados por insecticidas para que no se dispérsen por el castillo.

Allí se encuentra un hombre con pelo rubio y ojos color negros, llorando mientras se ríe a carcajadas de su propio dolor, mientras, en sus brazos, yace un cuerpo de un niño de cuatro años, quien tiene toda la remera destruida, su barriga abierta al ser desgarrada por un cuchillo.

Él no quería matarlo, ese niño es hijo de su hermana, completamente adorado por ella. Pero lo tuvo que hacer por órdenes del rey, quien sabía que esa pobre criatura también es suya.

“Deshazte de ese niño”

Recuerda esas palabras salir de la boca del rey, generadora de una tremenda discusión con su hermana, ya que no podían romper una ley, pero él tenía que obedecer esas órdenes, ya que aceptó matar a quien le pidiesen.

Pero en esa discusión… le genera una curiosidad por saber a quién se refería su hermana.

“¡Es mío y no te permito que le quites la vida!” 

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