No voy aguantar(Shizaya) TERMINADA

¿Te lo digo?

_ Izaya necesitamos hablar - me acerqué a su cuerpo y el tembló antes de alejarse

_ ¿De qué quieres hablar Shizu - chan? - volvió acercarse pero esta vez de una manera sensual, estaba provocandome - ...yo no quiero palabras esta noche Shizu - chan, quiero...

Su mano bajó al cierre de mi pantalón y mientras me besaba en el cuello su voz aumentaba en sensualidad. Pronto sentí su mano invadir mi privacidad y en vez de quitarla la empujé hacia adentro. Izaya tenía los dedos fríos cuando empezó a friccionar. A subir y abajar con distintas presiones sobre mi erección. 

_ Izaya...deja eso... - le ordené casi en un quejido que mi chico escuchó con gusto

_ Pero lo estas disfrutando Shizu - chan - y me apretó en la punta, quise venirme en ese instante

_ Te dije que lo dejaras

Me liberé de sus manos y lo empujé a la cama. Lo miré directo al rostro y él sonrió apuntando mi erección con su dedo índice. En otra ocasión me hubiera enojado por su burla, e incluso le hubiera lanzado un golpe en la cara pero esta vez me pareció tan hermoso que solo pude sonreír.

_ ¿Y esa sonrisita?

_ Es que me encantas

_ ¿qué?

_ Lo que oíste maldito narcisista, me encantas

Me acerqué a sus labios y los cogí entre los míos con suavidad. Los besé muchas veces y con mucha delicadeza para que lo disfrutara, quería que se derritiera aunque no ingresara en él.

Le quité la ropa con la misma devoción y nunca aparte mi mirada de la suya. Cada espacio abadonado por la tela de su ropa era cubierto por mi aliento mojado. No había rincón en el que no hubiera llegado mi babosa lengua guiada por el deseo de tenerlo todo, jamás nadie besaria todos los espacios ocultos de su lechosa piel. Nunca nadie descubriria el placer de verlo complacido, de desesperarlo y avergonzarlo.

_ Shizu - chan ya no sigas lamiendo - intento pararme con su mano, pero solo consiguió que yo probara sus dedos y los ingresara a mi boca - ...no Shizu - chan

_ Entonces que deseas Izaya, dime lo que deseas - acerqué mis manos a sus piernas y empecé abrir un camino entre ellas. Cuando su erección se levantó frente a mi cara, pasé mi lengua por la punta y los poros de Izaya explotaron. Sus diminutas vellosidades se hincaron en mis dedos y sus piernitas empezaron a temblar.

Apreté sus muslos y lo metí en mi boca. Lamí alrededor de la punta y dí pequeños masajes con mis labios en el contorno. Su miembro empezó a lubricarse; y un sabor casi salado se mezcló con mi saliva.

_ Shizuo mmhh...ah...

Al escucharlo gemir mi cuerpo se tensó. Esos suaves chillidos solo lograron motivarme para aumentar en mi juego. Con mi lengua iba hasta la base y jalaba la piel de sus testículos, lo oía desesperarse y como su cuerpo pretendía poner resistencia al placer. Pero él estaba rendido, sus manos no intentaban moverme ni sus palabras ofenderme. Incluso su cuerpo después de un tiempo empezó a traicionarlo y ponerse a mi favor. Pues sus piernas buscaron la sensación de mis manos y las yemas de sus dedos el grosor de mis musculos.

_...más...aaahh... - pidió cuando emperecé a jalar el líquido de su sexo - más Shizu - chan...más aaahh...mmgh...

El movimiento fue más rápido. Empecé a bajar y subir con más velocidad pero mi pulga quería cada vez más, que él mismo empezó a marcar los movimientos de mi cabeza con sus manos. Jalaba mis cabellos y gemia con desesperación.

_ más aahh...aahhh...

Mi chico quería venirse, sé que el miembro le dolía y cada vez estaba más caliente dentro de mi boca. Palpitaba. Su cuerpo temblaba del placer, de esa deliciosa mescla de dolor y gusto.