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trata de matar al desgraciado/a que trate de violar o viole a tu uke

A las afueras de la aldea de Amegakure, en una cueva totalmente escondida al mundo exterior, se escuchaban unos tétricos pasos dando eco en la cueva, te podía escuchar como se arrastraban cadenas en el suelo de la cueva

Entre la obscuridad, se podía distinguir una cabellera de un rojo intenso, el… Sasori , camino por la cueva hasta llegar a una parte de esta donde se veía un hombre de piel pálida como la nieve, pelo largo y negro como la misma noche, ojos amarillos como el oro y una sonrisa divertida adornando el rostro magullado del hombre, el cual estaba atado y sentado en una vieja silla

Sasori le mostro a ese hombre, los juguetes que había conseguido para "jugar"

-kukuku, todavía estas resentido Sasori?, que acaso tienes tanto enojo por el simple hecho que abuse del pequeño cuerpecito de tu pequeña zorra?- en ese momento Sasori golpeo con fuerza el rostro del peli-negro, asiendo que este empezara a escupir sangre

-no te vuelvas a dirigir de el , de esa manera- gruño Sasori, tomando una estaca que hace unos segundos la había dejado calentar en las brazas del fuego que creo hace vareas horas

- esto es por insultar a Deidara! - Sasori alzo la estaca y la enterró con fuerza en una de las piernas el peli-negro, asiendo que este gritara. Tomo una espada que había conseguido

-esto es por besar a MI Deidara!- grito sasori enterrando con furia la espada en la otra pierna del pelinegro, mientras este se retorcía de dolor

-esto es por tocar lo que me pertenece!- Gruño Sasori enterrando otra estaca al pelinegro, pero esta vez en el hombro

-esto es por burlarte de mi!- sasori tomo del suelo un grueso palo de madera golpeando con este la cara del pelinegro, asiendo que el palo se rompiera al impactar al oji-amarillo

Sasori sonrió sádicamente al ver como el pelinegro jadeaba al borde de la muerte, el pelirrojo tomo una recipiente que tenia entre sus cosas de tortura, lo abrió y esparció el liquido alrededor de la silla de donde se hallaba sentado el pelinegro y vacío lo que restaba sobre el cuerpo de su prisionero

Sasori tiro por un lado de la cueva el recipiente, mientras buscaba en el bolsillo de su pantalón , hasta encontrar lo que quería, rápidamente encendió el serillo

-y esto es por violarlo- escupió con enojo Sasori- nunca más lo volverás a hacer estúpida serpiente, no permitiré que eso vuelva a suceder, ahora púdrete en el infierno, orochimaru - con esas ultimas palabras sasori lanzo el cerrillo asía orochimaru, que al pequeño roce con la gasolina que Sasori le había echando, se prendió en llamas empezando a gritar de agonía

Sasori dio media vuelta alejándose del pequeño infierno que dejaba atrás

10 mandamientos de un SemeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora