Amor de Arpias

El secreto del magestuoso Koggi

Karime, decidió ignorar las historias que contaban de la arpía y subir al árbol.
Las Historias contaban que, en la época de los dioses, Él árbol Koggi, era utilizado como refugio por las hordas arpías para huir del castigo divino.
Cuando él gran y todo poderoso Dios decidio que era momento de limpiar el planeta, y por lo tanto, desterrar la maldad, desapareció por completo a la especie arpía, pues se presumía que solo seducian a los dioses, con pecaminosos amores de ratos; sin embargo, el gran Dios, le dio la oportunidad a una joven arpía, de quedarse en él colosal árbol, con la condición de cuidar de el hasta sus últimos suspiros, sin él permiso de salir de él árbol, condenada a envejecer con este, pues fue obligada a pasar la mitad de la eternidad como madre y protectora Del Koggi, con la única bendición de la muerte.
La joven arpía vivió en el coloso con él frío y constante temor de la ira de Dios por miles y miles de años. Una calurosa mañana, la joven arpía, comenzó a notar que su juventud se estaba acabando, que se hacia más vieja y debil, con el pasar de los años y que aunque pudiera abandonar su maldición, la arpía no quería morir ahí, sola, sin haber conocido él amor, así que en la cúspide más alta de la desesperacion, hizo un pacto con él diablo, a cambio de sus alas y su alma, para conservarse joven y hermosa por los siempres y para siempre.
Lo que karime no sospechaba, Era que aquellas historias eran reales, ella pensaba que solo eran cuentos para contar y asustar a los niños del pueblo antes de ir a dormir. Karime no iba a dar vuelta atrás, y se iba aventurando entre las ramas del colosal, para llegar a la sima de este, ignorando las temibles historias de la arpía, decidiendo seguir su camino entre él Koggi hacia la sima.
Cuando karime logro llegar a la sima, vio en lo profundo del tronco, una delicada silueta de mujer escondida en la oscuridad, mientras la silueta, veía como la luz se reflejaba en él bello rostro de karime, y como ignorar la belleza de la chica con piel Morena.
la silueta, al salir de las sombras, mostro que era la arpía de los cuentos, joven, bella, con su perfecta silueta y con las ligeras marcas donde antes estaban sus alas  completamente desnuda. La arpía, camino con cautela hacia donde se encontraba Karime, solo para ver con mas claridad y mucho más cerca la pieza de arte echa mujer que tenía enfrente, y al levantar el rostro, sin miedo, cruzo miradas con la hermosa chica con piel de sol que estaba petrificada mirandola, y sin darse cuenta en que momento, la arpía cayo perdidamente enamorada de los brillos en los oscuros ojos de Karime.
La arpía no sabia que era lo que hacia a Karime tan especial, no razonaba, estaba nerviosa, no sabia si era la actitud valerosa de Karime por aventurarse a subir a el magestuoso coloso, o si era con su bonito cabello revuelto color castaño, con su delgada figura canela, o simplemente era por su tremenda belleza; la arpía no dejaba de cuestionarse, si el irracional enamoraminto por la dulce Karime solo era porque era la primera criatura que veía en años, o porque Karime era lo que tanto tiempo estuvo deseando.
por él lado de la joven Karime, nunca había sido testigo semejante belleza, mirando petrificada cada pedazo de la deleitable figura de la arpía, esto fue más que solo amor a primera vista.