Esperamos una persona que no sea solo nuestra pareja, queremos a alguien con quien podamos abrirnos y dejar libre todo esto que somos. Poder destapar hasta el último secreto, sin temor alguno de que algún día use todo eso que sabe en nuestra contra. Alguien con quien no tengamos que fingir, que podamos actuar con libertad, que en nuestro peor día esa persona siga viendo brillo sobre nosotros.
Anhelamos una persona que nos toque el alma, que vea mucho más que físico, que conozca toda nuestra intimidad. Una persona que no prometa, que no jure nada. Simplemente que esté ahí, que sorprenda. Que nos tome de la mano sin preguntar, que nos dé un abrazo por la espalda. Que nos dé un beso en la frente.
Esperamos una persona con quien sentirnos cómodos. Con quien poder ser libre y cantar aunque sea desafinado, bailar aunque no sepas hacerlo, reír a carcajadas. Una persona con quien podamos estar cómodos mostrando esa parte de nuestro cuerpo que quizás no nos gusta tanto. Una persona que no tan sólo quiera llevarnos a la cama, una persona que pueda permanecer y hacerse sentir. Que nos haga sentir, que nos motive, una persona que no nos límite.
Deseamos alguien con quien soñar, y con quién esos sueños se hagan realidad. No queremos fantasías, no somos niños y necesitamos realidades. No queremos cuentos, ya estamos grandes para eso. Es que queremos tanto una persona así, y nunca damos el primer paso de ser nosotros esa persona. Buscamos y esperamos tanto que se nos olvida dar el primer paso para el cambio.
ESTÁS LEYENDO
Día A Día
RandomEscritos diarios con sucesos reales y algunos imaginarios. Todo siempre va más allá de la realidad si uno lo quiere 💙