1. Because you're my best friend

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Recomendación: leer el capítulo con la canción que está en multimedia.

Jeremiah.

Pheobe me ha dejado plantado, o eso es lo que supongo luego de quince minutos esperándola como idiota en el café que le gusta tanto. En cinco minutos, entra por la puerta del local con su mochila y su uniforme de fútbol soccer puesto.

—Cinco minutos, si no me convences en cinco minutos, me voy —dice sentándose en frente de mí. Pheobe toma el menú como si decidiera que ordenar, algo estúpido porque siempre pide la misma copa de helado con mucha crema y chispitas de colores— empieza.

—Fuimos nuestro primer beso —le recuerdo— hice que tu primer beso fuera perfecto, admite que fue algo genial, te subí al tejado de la casa de tu abuela y te di un beso en tu cumpleaños —digo y ella ríe.

—Te caíste, pasaste dos semanas en el hospital —me recuerda— pero si, fue memorable.

Sonrío —Puedo hacer lo mismo por tu primera vez.

Pheobe frunce el ceño —¿Lastimarte gravemente?

Le lanzo uno de los sobres de azúcar en la cara —Hacerla perfecta.

—Sería perfecta si eso sucediera de nuevo —ríe.

—¿Te divierte mi dolor?

—Bastante, sí.

Sonrío y en ese momento el camarero viene para tomar nuestra orden. Pheobe, como sospeché pide lo mismo de siempre y yo pido un chocolate caliente con malvaviscos.

—¿Entonces? —pregunto.

—¿Por qué quieres perder la virginidad conmigo? —pregunta sin rodeos.

Porque eres especial.

—Porque eres mi mejor amiga —Pheobe levanta ambas cejas, como si supiera que hay algo más que no le estoy contando— porque quiero que mi primera vez sea algo que recordaré con orgullo el resto de mi vida, y si es contigo, puedo dar eso por seguro.

Pheobe sonríe —Bien jugado.

Sonrío —Gracias, lo practiqué durante los veinte minutos que me dejaste plantado.

Ella ríe mientras se lleva una gran cucharada de helado y crema a la boca. Detrás de ella, puedo ver a un grupo de chicos mirándola y sonriendo, ese es otro punto.

Pheobe es una de las chicas más lindas de mi preparatoria y sorprendentemente, una de las pocas vírgenes que quedan, algo que nadie se explica pero si soy el que le quite la virginidad, me volvería casi inmune a las burlas por lo que queda de preparatoria.

—No sé, siempre imaginé que mi primera vez sería más... especial —dice.

—Si con especial te refieres a que sería con uno de esos chicos que están en los posters de tu habitación, olvídalo bebé, confórmate conmigo —digo bebiendo de mi café.

Pheobe sonríe —Si, bueno, no eres ningún Thomas Sangster pero supongo que no estás tan mal —dice. Ni idea de quién es así que no se si sentirme bien o mal con su comentario— pero si acepto, tengo un par de condiciones.

Entrecierro los ojos antes de hablar:

—Te escucho.

—No, no las tengo ahora —dice levantándose de la silla. Miro su copa de helado, está vacía, no sé cómo esta chica puede comer tan malditamente rápido— pero las tendré.

—¿Entonces es un sí? —pregunto antes de que se aleje.

—Es un si, por ahora —dice— aún no has escuchado mis condiciones.

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⏰ Última actualización: Jul 03, 2017 ⏰

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Jeremiah, un padre primerizo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora