- Mi nombre es Mark Lee y tengo 18 años. Hace unos años mi familia se mudó a Canadá y dejé atrás mi infancia. Después de cinco años he vuelto a mi ciudad natal Arcadia Bay, Oregón. Ahora estudio fotografía en la Academia Rookie, mi nuevo hogar. Al...
MinHo nos autorizó salir a dar un paseo por la playa siempre y cuando tuviéramos cuidado, necesitaba que disfrutase de las olas del mar y la arena, incluso viendo a las ballenas muertas en la playa (sigo pensando que yo también provoqué eso). Haechan no podía moverse, por lo que con un dedo presionaba un botón para que la silla de ruedas avanzara... soy un monstruo. Juro que no quería que esto le pasara a mi mejor amigo. La mayor parte del camino estuvo silencioso, me había quedado sin habla.
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Haechan: ¿Sabes? Se me hace raro andar en la playa contigo de nuevo.
Mark: Lo se, aún así... me alegro de ello.
Haechan: Fue bonito que me enviaras cartas todos estos años -bueno, al menos sí fui un considerado esta vez-. Eso es más de lo que ninguno de mis amigos ha hecho. Incluso las escribías en ese genial papel de pergaminos, eso es muy "Mark".
Mark: Es muy anticuado, -reí- pero me encanta escribir en el como todo un poeta. Te mereces el mejor papel de la papelería.
Haechan: Probablemente sea más fácil escribirme que visitarme.
Mark: No lo digo para que te sientas mal, enserio.
Haechan: No te culpo... probablemente querías evitar conversaciones extrañas como ésta.
Mark: Ahh, no. No es eso...
Haechan: Mira, lo peor que puedes hacer es tratarme como un bebé. Aún sigo queriendo reír y decir tonterías con mi mejor amigo... ¿Podemos detenernos un momento? -Haechan giró su silla para ver el hermoso atardecer que teníamos ante nuestros ojos- Esta es la mejor vista que hay del atardecer, ¿Cómo lo llaman los fotógrafos?
Mark: "La hora dorada" -respondí con una sonrisa-.
Haechan: ¿Lo ves? Sin tí a mi lado no tendría ni idea. Apuesto a que puedes sacar unas fotos estupendas. Esas ballenas varadas me dan mucha pena... sé masomenos cómo se sienten. Por lo menos yo sí estoy vivo... a tu lado.
Mark: -su respuesta casi me hace llorar- Eres un gran superviviente, Haechan. Apuesto a que has tenido que lidiar con muchas cosas.
Haechan: No quiero que la gente sienta pena por mí. Yo lo hago... mis padres lo hacen. Incluso papá... aún se siente culpable por haberme comprado ese coche.
Mark: -necesitaba respuestas definitivamente...- ¿Te importa si hablamos del accidente?
Haechan: Nunca hablamos ¿Cierto? No tengo mucho que decir... un idiota en su "todoterreno" pasó adelante de mí y salí volando hacia una zanja.
Mark: ¿Te acuerdas... de todo?
Haechan: Vi todo en cámara lenta, sentí cómo crujía mi espalda y... y eso es lo último que recuerdo haber sentido en mi cuerpo. Cuando me desperté en el hospital, no podía mover literalmente un músculo.
