Era tan sutil,
muy noble,
y un tanto infantil,
seducía a cualquiera.Siempre adorable,
con una alma dulce
e indomable,
pero nunca traicionera.Tenía el alma en pedazos,
la mirada perdida,
no se rompián esos lazos,
de tristeza en que vivía.Se miraba feliz,
pero mentir sabía,
y al no serlo, en verdad,
sólo fingía.Olvidar era su afición,
recordar no quería, no
pues un personaje de ficción,
enamorarse no debía.Como un titere,
controlarse no podía,
me encantó,
por él yo moría.
ESTÁS LEYENDO
MIRADAS
PoetryDe subidas y bajadas se encuentra compuesto el camino por el que cruzamos, tomados de la mano, sonriendo como un par de niños, mirando al horizonte y guardando cada mirada para el día de mañana, por si se nos va la voz, un abrazo profundo para el al...