LATIDOS

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En la punta de tus venas
brotaban flores coloridas,
unas malas y otras buenas,
de alguna manera eran eternas.

El calor nublaba tus lágrimas,
se alteraban las olas en el mar,
no había nada que las pudiera calmar,
el finito cada vez se aleja más.

Y la distancia se hace pedazos,
el viento sopla con fuerza,
nos llenamos de grandeza,
te quiero entre mis brazos.

Cariño, no corras, quédate,
las nubes no se van,
no es una ilusión, aquí están,
entre tinieblas, esperandote.

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