El asesino reencuentro.

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Hoy estaba sentado comiendo un dulce cuando levanté la mirada y la ví a ella con su sonrisa brillante y sus ojos chinitos la vi a ella; pero ví bien. Ella no estaba sola, la acompañaba un "él". Un él de cabello teñido, más alto que ella pero no me importaban sus detalles.  Yo solo quería verla a ella con su cabello rizado, precioso; yo sólo quería verla a ella y correr abrazarla pero entre en cuenta y era demasiado tarde.

Ví como lo besaba,  con toda la paciencia del mundo, con tanta ternura con tanto amor, podía sentir como ella le transmitía mucho cariño y afecto.  Cariño y afecto que me transmitía a mí cuando me besaba.

Me puse a pensar un poco en las cosas que habían sucedido entre nosotros y que triste darme cuenta que el tiempo que fue mágico para mí había terminado.

Recuerdo que cada vez que iba a visitarla pasaba cortando la rosa más bella que tenía en mi jardín y al verla se la daba envuelta en un pañuelo y le decía "Para que las espinas no lastimen tus manos" aunque su sangre fuese roja, para mí ella era de la realeza. Toda una princesa

Yo trataba de darle lo mejor pasara lo que tenía. Creo que nadie la trataba igual que yo. Yo siempre quize darle el número uno a ella y protegerlo, defenderlo para que nadie se atreviera a quitárselo.

Yo cambie por ella, yo viví por ella.

A pesar de todo ella me dejo por ese "él" me dejó desde antes que nos separáramos. Yo lograba notar en sus ojos la desaparición del brillo, en sus labios la ausencia de sonrisas....

Un día me senté y le dije puedes irte, ve, sonríe, vete, pero dejame verte feliz otra vez, ya no puedo con esto.  Ella dijo que no sabía de que hablaba, me preguntó porque me comportaba así... Era triste saber que le causaba lastima. Pero no duró mucho, al día siguiente cuando desperté encontré una nota que decía: Lamento no haber sido lo que esperaba a lo que yo tomé un lápiz y escribí: Me enamoré de ti, lo siento. Rompí la nota y me aferré a ella para llorar, nada fue más duro que no tener a quien darle los buenos días. Ahora estoy aquí recordando la historia de lo que fué un nosotros feliz. Quisiera decirle que la amo pero es demasiado tarde. Quisiera haberme levantado y decirle a ese "él ": Cuidala tienes todo un monumento de mujer. Pero la verdad tenía el alma destrozada.

La historia no termina ahí; ella se da cuenta que la mire y levantando su mano izquierda me saludo. La verdad nose si me saludó o se despidió. Mientras lo hacía con la derecha tomó la mano izquierda de él y la apretó, yo no pude, me levante la mire y me di la vuelta. Aún la amo, eso no cambiará nunca aunque estoy conociendo nuevas personas, ninguna tocará el lugar que tu tocaste.

Gracias por aparecer en mi vida Te Amo. Fuiste lo más lindo que viví, eres lo más hermoso que recuerdo y serás el anhelo perfecto de mis pensamientos.


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Decidí actualizar después de muchísimo tiempo, disculpen, pasa que prefiero escribir en físico pero acá les dejo éste pequeño corte.. Espero les gustará y nos seguiremos leyendo.

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