Capítulo 2

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He decidido antes de morir dejar este mensaje grabado con mi voz mientras casi toda la población mundial, o al menos los que aún estamos vivos, nos dirigimos, gracias a un fuerte impacto, fuera de la atmósfera terrestre. Tengo un poco de tiempo todavía, por lo que quisiera contar cómo fue que ocurrió:

Todo empezó cuando en una mañana de octubre, el día 11, del año 2632 (año 346 para los terrícolas que ahora habitaban Marte), como todos los días antes de ir a trabajar en el satélite Armstrong, uno de los más importantes para la comunicación entre Marte y la Tierra, encendí mi computador y amplié su pantalla mientras desayunaba, eran las 6 am, mis androides de limpieza hacían todo como de costumbre, cuando de pronto el sistema operativo de mi computador habló conmigo para informarme que había un grave problema detectado en las noticias a nivel global, yo por mi parte en ese momento no le di importancia alguna, terminé de desayunar y muy de mala gana, abrí el programa que me diría qué es lo que pasaba; en cuanto leí lo que pasaba, no pude evitar levantarme de mi silla de manera muy brusca, lo suficiente para derramar el café artificial que tomaba en ese momento, el cual cayó sobre mi computador, pero eso no impidió para que este trabajara con total normalidad; recuerdo haber abierto mis ojos tanto por el asombro que aún no sé cómo es que mis ojos seguían puestos en su lugar.

Lo que en todos los noticieros y páginas web se encontraba, aun en los que no son sobre ciencia, era una cuenta regresiva para que el Sol explotara.

Mi admiración ante tal suceso fue tanta que no pude evitar considerar todas las posibilidades, tal vez era alguna broma muy pesada de alguna persona en el mundo que se divertía mientras veía sufrir a todos los demás en desesperación, tal vez por Sol se referían a algo más y no a la gran estrella que se encuentra a nuestra vista todos los días desde el inicio de la historia de la humanidad, y aún antes; mi mayor miedo en ese momento se hizo real, investigando un poco más, efectivamente, la noticia era verídica, no había truco alguno, el gobierno de los Estados Unidos había solicitado poner esa cuenta regresiva en todos los medios posibles.

Rápidamente me levante de donde me encontraba, programe el horario de limpieza de ese día para los androides, por supuesto, si es que aún seguíamos vivos, ya que según la cuenta regresiva solamente teníamos 12 horas antes de que nuestra estrella explotara. Salí de mi casa que se encontraba en el trigésimo piso del edificio Santa Terra, la puerta se cerró en cuanto me encontraba fuera y se activó la cerradura electrónica, me dirigí lo más rápido que pude hacia mi oficina en la Tierra, ya que la otra se encontraba en el satélite en el que trabajaba.

Un día antes de la muerte del SolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora