Ya no creo ; Baeksoo

Existió.

El amor no existe.

Esa es mi frase y se la digo a todos, se la digo incluso a Sehun y a Jongin cuando salimos los tres a comer helado y terminan dándose de comer en la boca. Se las repito incluso cuando ambos me envuelven en un abrazo y con sus voces infantiles me dicen que deje de ser tan amargado. En el fondo, para no quitarle la sonrisa de la cara a mis amigos, me lo repito, el amor no existe.

Y cuando me invitan a salir siempre les parezco grosero a las personas porque les digo: absolutamente no, el amor no existe. Y entonces se molestan por haberme invitado un trago, se dan la vuelta e invitan otro tipo bajito del que creen que pueden aprovecharse.

El amor en el que no creo y la gente si  arruina muchas cosas. Como por ejemplo, amistades.

Hice amigos como JunMyeon y Yixing. La cara de JunMyeon lucía como la de un ángel y la risa de Yixing era música, eran agradables, me traían sentimientos familiares muy lindos.

JunMyeon una vez se puso una colonia que tenía un olor refrescante que me invadió las fosas nasales por completo y fue gratificante, me gustó mucho la colonia. Se lo dije; JunMyeon comenzó a llevar la colonia todos los días e incluso cuando llegaba a mi casa y me quitaba la camisa aun podía oler a... a JunMyeon.

Yixing cuando estaba nervioso se arreglaba el flequillo hacia abajo, su cabello parecía muy suave y la forma en que su cara se veía con flequillo era un poco infantil pero hacia resaltar sus ojos, un poco caídos aún cuando sonreía. Tenía una sonrisa fácil de recordar, demasiado fácil de recordar para mi gusto. Cuando le dije que su sonrisa era refrescante trataba de sonreír todo el tiempo o de reírse de mis chistes malos.

El comportamiento que Yixing y JunMyeon tenían conmigo era agradable, bonito, refrescante, cálido, me hacían sentir especial y me alegraban y sacaban sonrisas aún cuando yo no era una persona que se riera mucho, ellos actuaban de un forma que cualquiera hubiera apreciado al punto de enamorarse, y yo los apreciaba pero su forma de ser conmigo también era una mierda. Si, una mierda.

Yo sabía muy bien lo que significaban esos tratos, esos pequeños detalles como llevar mis libros por los pasillos de la universidad o comprarme mi bebida favorita, acompañarme hasta mi casa o dejar un mensaje cuando me iba solo y era muy tarde pidiendo que avisara si llegaba sano y salvo a casa. Significaba que ellos esperaban una evolución por parte de nuestra amistad, una evolución que conmigo nunca iban a conseguir, una evolución que me dejaría siendo el malo del cuento, el bastardo rompe corazones... Tal vez me convertí en un bastardo rompe corazones porque la gente aprende de lo que ve, de lo que vive.

Recuerdo exactamente el momento en que rompí el corazón de Yixing. Su mano rozó la mía por encima de la mesa de aquel restaurante italiano que quedaba en una terraza, tomó nervioso un gran trago de vino y cuando intenté deslizar mi mano lejos de la suya la levantó y le dio un suave beso, el calor de sus labios, de sus sentimientos le dio calidez a mi corazón. Lo siento, me corrijo, a los pedazos de mi corazón; me hizo recordar que dentro de este frío pecho mio tengo un corazón roto que aún duele, que solo se acuerda de una calidez que desea recibir otra vez, que desea recibir una y otra vez.

Luego vinieron las palabras que no quería escuchar, luego vi como nuestra amistad se caía a pedazos con cada una de mis palabras. Luego, juro que pude escuchar como su corazón se rompía, incluso pude escuchar un pedazo de mi corazón romperse en pedazos más pequeños cuando bajó su mirada totalmente desilusionado. Romper corazones no se siente bien... Desearía saber si él se sintió mal cuando rompió mi corazón.

—¿Te sentiste mal?— pregunto al teléfono y un suspiro se escucha al otro lado de la línea.

También recuerdo el día en el que JunMyeon borró su sonrisa, esa que siempre tenía para mi. Fue en el patio trasero de la universidad, estaba echado en el césped y JunMyeon leía pacíficamente un libro a mi lado, me estaba quedando dormido y entonces lo escuché:

Te vez tan precioso con los ojos cerrados que no puedo evitar fantasear con despertar a tu lado, me dan ganas de besar tus párpados... Me gustaría besar tus labios.

JunMyeon era un romántico amante de las novelas de ese género, sus palabras siempre eran correctas, preciosas y se metían en tu cabeza cómodamente, dulcemente alojándose en cada lugar. JunMyeon me recordaba mucho a cuando... él ponía pausa en las películas románticas y recitaba las palabras del protagonista porque siempre se sabía todos los diálogos preciosos y siempre estaba dispuesto a recitar cada uno para mi, con su suave voz de conquistador o con sus exclamaciones divertidas.

—No— escucho como respuesta final y siento como si el teléfono fuera a resbalarse de mis manos.

Tuve que decirle a JunMyeon que no quería despertar con nadie a mi lado más nunca y tuve que decirle que más nunca quería escuchar ningún deseo de vida en pareja. Tuve que decirle que no quería besarlo y que probablemente ni siquiera debía haberse planteado eso. Tuve que decirle que pensar en eso fue la perdida de tiempo más hermosa que tuvo.

El amor es la perdida de tiempo mas hermosa que yo tuve en mi vida.

Pero perder el tiempo no sirve de nada, como el amor que alguna vez tuve en mi corazón.

Perdí el tiempo acariciando su espalda, compartiendo mi cama, haciendo desayunos con formas de corazón, perdí el tiempo viendo películas junto a él, aspirando el aroma de su cuello.

Mis "te amo" se quedaron en el aire junto con la contaminación ambiental que producen los miles de  carros en la ciudad. Los "te amo" que me dicen se quedan en el mismo sitio, siendo una pequeña causa de muerte para el mundo.

Perdí mi tiempo diciéndole que era hermoso aún cuando él decía que estaba demasiado flaco, perdió su tiempo diciéndome que mis labios eran los más suaves del mundo, nadie más sabrá ese detalle.

No creo en el amor. Porque él se llevó el significado del amor que vivía en mi cabeza. Era fiel creyente de que el amor tenía una definición diferente en cada cabeza, pero él arrancó mi definición, él se llevó mi definición. Él era mi definición.

—¿Podrías escuchar lo que te quiero decir? ¿Podrías escuchar de verdad?— le pregunto y puedo imaginármelo casi juntado sus cejas para demostrar desacuerdo.

—Di lo que quieras— lo escucho decir secamente.

Y entonces mis muros se rompen y caen encima de mi, haciéndome llorar, haciéndome demostrar sentimientos otra vez.

—Detesto ya no recordar bien lo que es el amor porque pienso que ya no existe, porque me haces creer que no existe, me desespera no poder recordar exactamente como se sentía ser amado, me desespera que todos mis recuerdos duelan en vez de hacerme sentir lo que sentí cuando no eran recuerdos, cuando eran el presente, nuestro presente.

—No quie-

—Deja que acabe— le suplico y se queda callado—, A veces voy por la ciudad y veo  alguien con tu tono de piel, te metes en mi cabeza todo el día, si alguien lleva tu colonia te recuerdo, si alguien se ríe de forma tan viva te recuerdo, si alguien toca mi mano recuerdo cuando acariciabas la mía, todo eso duele, cuando veo un par de pupilas de ese tono marrón tuyo me pierdo en ellas sin querer— hago una pausa, definitivamente no quiero llorar por teléfono—, Me di cuenta de que al verte en todos lados realmente no te recuerdo, perdí la memoria de tus buenos momentos, desconozco lo que es el amor. Para mí solo es dolor enmascarado— Cuando un sollozo escapa de mi boca escucho una queja al otro lado—, Todos mis te amo murieron en ti.

—No vuelvas a llamar, no te hagas esto— es lo que responde y cuelga.

No creo en el amor porque tú eres mi amor y te alejaste de mi, dijiste que se acabo y si, se acabo todo lo que era el amor para mi.

—Baekhyun, devuélveme el amor, vuelve a mi—digo aún cuando sé que nadie escucha.