Recuerda: el lector necesita respirar.

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¡Inhala! ¡Exhala! ¡Inhala! ¡Exhala! Es todo lo que uno se puede repetir al terminar de leer un capítulo lleno de emociones intensas, que sacan a flote todo un cúmulo de sensaciones.

¡Inhala! ¡Exhala! ¡Inhala! ¡Exhala! Es todo lo que uno se puede repetir al terminar de leer un capítulo lleno de emociones intensas, que sacan a flote todo un cúmulo de sensaciones

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Sin embargo, el lector necesita una pausa. No sólo por el hecho de estar a punto de sufrir un infarto con el desarrollo de cada nuevo capítulo, sino también para comprender de manera adecuada qué están diciendo, qué están pensando o, simplemente, qué está aconteciendo en torno a los personajes, ya que de otro modo la trama no sería la misma y esas emociones intensas de las que hablamos al inicio serían reemplazadas por confusión.

Por ello se debe hacer uso adecuado de los diversos signos de puntuación. Existen por una razón, son reglas gramaticales que ayudan a interpretar y definir las expresiones de un texto; facilitan la lectura y ayudan a entender la dirección de las palabras. Tienen como objetivo que las ideas plasmadas contengan estructura y un orden que distinga las ideas principales de las secundarias sin perder la relación de las mismas. Y no nos olvidemos de que, gracias a ellos, no desfallecemos por falta de aliento al terminar de leer cada párrafo.

 Y no nos olvidemos de que, gracias a ellos, no desfallecemos por falta de aliento al terminar de leer cada párrafo

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Y después de esta breve introducción a los signos, os presentamos a los protagonistas de este post:

(Antes que nada me siento en la
obligación de informar que los
ejemplos han sido extraídos
de citas literarias. Pero tranquilidad,
no hay spoilers en el horizonte)

·La coma [,]: Este pequeño signo es muy importante cuando escribimos párrafos largos. Muchas veces nos olvidamos de ella y escribimos y escribimos sin parar, pero debemos pararnos a pensar en lo que estamos escribiendo y dónde hacemos las pausas al releerlo en voz alta (es aconsejable releer en voz alta para darnos cuenta de esto). La coma representa una pausa breve. Ahí donde apenas nos paramos a tomar un poquito de aire es donde debemos ponerla y, si nos fijamos bien, seguramente coincida con el final de alguna oración que estamos separando de otra con el mismo sentido o con alguna aclaración, pues es precisamente para lo que sirve. También se utiliza en enumeraciones y para separar expresiones como: esto es, es decir, por consiguiente...

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