Capitulo IV

7K 373 4
                                    

Eros Ivanov Bulgákov, ese es mi nombre soy el ser más temido de todo el Reino, sobra decir que quien lo pronuncia lo hace con temor pues soy el hombre más poderoso y millonario del mundo, el dinero y nunca será un problema para mí, mis padres biológicos como mi abuelo me dejaron una inmensa fortuna como herencia la cual no he desperdiciado y me he hecho de varias empresas y propiedades alrededor del mundo.

Soy el Rey de los Hombres Lobo, Alpha de Alphas y hace poco orgullosamente el titulo se me fue entregado como Dios del Inframundo dando acceso a liberar la sombra de mi Demonio, aquella Bestia a quien tenía que aprender a controlar pues según las advertencias de mi abuelo podría provocar el caos mundial si dejaba que ella me dominara, pero gracias a mis padres lo logre convirtiéndome aún más temido y respetado lo cual no me desagrada.

Mi manada es el núcleo de toda esta raza, es la más grande de todas, HELL MOON (Luna del infierno) su nombre es dedicado a mi abuelo y mi padre Ball demostrando lo agradecido que estoy con ellos de ser quien soy, apoyándome siempre al máximo, pero tampoco olvido a mi padre adoptivo a quien mande a construir una estatua en la entrada de nuestro territorio como tributo a su valentía pues nadie olvida que dio hasta el último esfuerzo por defenderla y por el somos la manada la más Fuerte del Mundo con un ejército de soldados Dorados regalado por mi padre desde que era un bebe, de verdad que aprecio a todos los guerreros de mis manadas y del inframundo tan fieles a su Dios.

Recordar aquel día que me entere quien era mi verdadero padre no lo podía creer. ¡Yo, un Demonio!, honestamente la verdad me hizo sentir feliz y más cuando mi abuelo hizo aquella aparición un poco exagerada, pero entendíamos su anhelo, por años espero el día por conocerme y enseñarme todo lo que él sabía que yo necesitaba aprender pues sería su futuro Dios del inframundo.

Se que fue algo hipócrita darle las gracias a Dios ya que soy un Demonio, pero a alguien tenía que agradecer por los dos maravillosos hombres que me toco como padres y estuvieron en el proceso de mi transformación, ahora soy conocido por ser un hombre vengativo, quien tortura aquellos que hacen daño a los indefensos y pasa por encima de mis reglas, Ball mi padre biológico decía que nunca expresara mis sentimientos, que la seriedad confundiría a mis enemigos quienes tendrían miedo el verme como un hombre frio, sin remordimientos dispuesto a matar si era necesario y no me avergüenzo de ello acepto que soy cruel pero con quien lo merece.

El ser un hombre justo, un buen líder, honesto, protector con los míos matando a quien se meta con mi raza o mi familia, eso es lo que un Alpha hace y mi padre Vladimir se encargó de moldearme y convertirme en un buen Rey de los lobos, aquel que siempre estará para ayudar o dar la vida por los suyos.

Sinceramente tuve mucha ayuda para convertirme en un excelente guerrero, mis tíos Eos y Ares me enseñaron a combatir contra un Supremo y me obligaron a aprenderme todas al habilidades y debilidades de cada Dios del Reino fue difícil pero no imposible, por años recibí el mejor entrenamiento donde eran dolores provocado por torturas, enfrentamientos en los cuales terminada repleto de sudor y sangre, con el tiempo ya no existía ni la más mínima molestia de algún golpe o herida al punto que podía soportar de todo.

Mi abuelo paterno estaba orgulloso de su sádico nieto y lo demostró dándome muchas más riquezas entre ellas en anillo Anubis aquella pieza única y digna de un Rey el anillo de Anubis poseía poderes mágicos y era capaz de darle la inmortalidad a quien lo poseyera, lo que me hizo pensar que era un regalo inútil, ¿mi abuelo habría olvidado que era inmortal?, sinceramente no me importo en ese momento y lo acepte agradeciendo el gesto.

Enfoque mi mente en solo una persona y no existía más ningún obstáculo o desventaja para poder enfrentar a mi despreciable abuelo Hiperión, menos ahora que me sentía poderoso provocando dar el inicio a la batalla, no pensaba en otra cosa la decepción que sentía por mis abuelos maternos solo me llenaba de rabia, desde que supe toda la historia sobre su obsesión de querer matarme y el castigo tan cruel que recibió mi madre al privarla de su libertad fue suficiente para ganarse mi odio y me prometí luchar contra él, disfrutar cada detalle de esta guerra masacrando a todo aquel que lastimo y separo a familia, pero estúpidamente y desafortunadamente el lado sentimental lo herede de mi madre pues ver implorar a mi abuelo en el momento que lo ejecutaría tontamente le perdone la vida pero el muy desgraciado cobarde al darle la espalda intento apuñalarme en el que estuvo a solo un paso de lograrlo pero mi ángel de la guarda o demonio nunca me abandonan, aquella persona que me odiaba de la misma fue quien menos pensé que me salvaría la vida... mi abuela Tehia, aquella malvada mujer que se dedicó a mirar la desdicha de su hija sin querer ayudarla, fue ella quien termino con la despreciable vida de mi abuelo, después me pidió perdón y un favor, el cuidar mis espaldas y que jamás confiara en nadie ni en mi propia sombra, después de dichas palabras se quito la vida no podría vivir con la traición que ella le había hecho a mi abuelo y por supuesto el desprecio de su hija.

El Dolor de una BestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora