"Luna de Plata"
Pov Eros
-Querido pasajeros- dice la azafata con voz chillona -Nos encontramos próximos a aterrizar en el Aeropuerto Internacional de México por favor abróchense los cinturones, enderecen sus mesas y pongan en posición vertical los espaldares de sus sillas, permanezcan sentados hasta que los avisos se hayan apagado.
- ¿Por qué aterrizamos en un aeropuerto público? - pregunte a la azafata - ¡Se supone que tengo mi propio aeropuerto privado ¿No es así Deimos?!
- ¡Es correcto! Desconozco que paso Eros- hablo serio -Quiero hablar con el capitán
- ¡Por Lucifer! Dejen de lloriquear y portarse como niños caprichosos, trece horas y veinte cuatro minutos de vuelo y ¿aun así desean seguir volando?, yo me bajo si eso quieren- como siempre el pacífico Anteros
Miro por la ventana y es increíble que tan solo hayan pasado treinta años y todo este cambiado, no cabe duda, siempre ha sido el país que más me ha gustado visitar, y la única que se ha permitido tener dos manadas, su aire como sus bosques son frescos y naturales, la gente es humilde y eso me agrada que no haya discriminación por lo que nos es fácil mezclarnos ante los humanos y sin saber o sospechar de nuestra existencia, tienen entendido que mi raza solo es un mito para ellos.
Ante los ojos de cualquiera aquí solo soy un exitoso joven empresario quien tiene la empresa más grande de México "MEXICHEM" la cual solo es una de tantas en las que soy socio mayoritario o dueño.
Nos bajamos del avión, pero justo cuando estoy por pisar las escaleras la azafata me restriega su trasero entregándome un papel.
- "Esa Azafata lleva la P de Puta en el rostro ¿si la viste MÜ? - hablo Saga mi Lobo
-Llámame en tu estadía aquí- que descaro, pero quizá lo haga si estoy muy aburrido pensé.
- "Totalmente de acuerdo Saga, ¡ni se te ocurra cogerte a esa Zorra no ahora que estamos cerca!"- me advirtió MÜ
- ¿De qué hablas?¡esperen! - y de nuevo desaparecen, juro que me están desesperando par de idiotas
Malhumorado entro al carro que está esperándonos para llevarnos a la mansión que tengo aquí, la cual es demasiado grande y una de las más bonitas de la Región, se ha mandado a realizar con acabados que representara bosques, lobos pero sin olvidar el toque mexicano, también visitare la empresa que una persona de mi más grande confianza se está haciendo cargo por lo que mis empleados creen que vengo a supervisarlos y ese rumor se creó con el fin de que nadie se entere de mi verdadero objetivo "Espiar la manada que maneja aquí el Alpha Félix Covarrubias" ni siquiera se esperan mi visita por lo que veré por mis propios ojos aquello que la gente cuenta.
La misión tiene que ser en estos días por lo que Bruno Covarrubias esta a ser el próximo Alpha de esta manada, pero si descubro que es cierto que rechazo a su futura luna sin que ella tuviera la más mínima idea, estropeare sus planes porque con las leyes que impuso mi madre no se juegan, así que si prefiere su libertad cogiéndose a varias mujeres le hare un favor y lo desterrare para que siga con su vida aunque eso es estúpido ya que jamás dejara de sentir atracción por ella lo que puede provocar su muerte estando separados, ella podrá vivir pues al parecer es humana por esa razón no siente el dolor de la infidelidad y rechazo como tampoco puede imaginar lo que realmente es Bruno, según la información que me enviaron ellos fueron novios un tiempo pero los espías que mande me han puesto al tanto la clase de hijo de puta que es con ella, la golpea cada que puede, la acosa, trata de lastimarla constantemente de manera cruel y vil, la humilla delante de mucha gente, amenaza a su familia todo el tiempo y lo bajo como peor es que se rumora que tomo lo más valioso para ella su virginidad, el muy imbécil la violo y no una sino varias veces a lo que en nuestro mundo es castigado tal acto, todos saben que para completar la unión carnal debe hacerla su Luna, se ha condenado solo por el simple hecho de tratar así al destino que mi madre le escogió.
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El Dolor de una Bestia
Romance-¡Me aceptaras quieras o no! Me grito rugiendo, tomándome fuertemente de los brazos y haciéndome gemir de dolor mientras lagrimas rodaban por mis mejillas. No podía creer que me este pasando esto a tan solo ocho meses de graduarme, de por fin tener...