Existe gente que empieza a fumar por curiosidad, otros por que los demas tambien lo hacen, otros por que te ofrecieron y no lo rechazaste.
Yo, empecé a fumar de la manera mas estúpida posible, me enamoré de una chica a la que adoraba fumar. Me encantaba esa chica, aunque odiaba mucho que sus besos supiesen a tabaco, era asqueroso. Pero supongo que la nicotina de sus cigarros siempre se quedaba en sus labios, por que, por mucho que odiase el tabaco siempre me quedaba con ganas de otro beso...
Ella y yo lo acabamos dejando, quizá no fuimos compatibles, quiza el destino nos juntó en la peor epoca, pero bueno.
Al dejarlo, me dolió mucho, tanto que decidí fumarme un cigarro, solo por el hecho de recordar aquellos besos, solo por el hecho de recordarla...
Esto, se convirtió en rutina, yo seguía fumando, yo seguia recordandola, aunque despues de eso me echara muchas novias, aunque despues de ella besase muchas chicas, pero nunca la olvidé, nunca olvidé sus besos...
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