WORK ✧ Im Jaebum (COMPLETA)

[EPÍLOGO] "Siempre te voy a amar".

Mis párpados eran pesados, de todas formas realmente no tenía ganas de abrirlos. No quería ver el nuevo lugar en donde me encontraba, ojalá sea el infierno, de todos modos, por haber sido tan irresponsable.
Ojalá Jaebum esté a salvo, ojalá encuentre a una mujer que sepa ser comprensiva y hacerlo felíz, sin chistar, porque es un hombre maravilloso.

Como dije, no me arrepiento de nada, pero apenas me encuentro en el infierno y ya quiero volver a verlo de nuevo.
¡Ay, como me encantaría poder provocarle una de sus hermosas sonrisas! ¡Me encantaría volver a ver cómo sus ojos desaparecen al hacerlo! Extraño besar sus labios tan suaves y sus abrazos, me entristece de alguna forma no haber podido estar con él lo suficiente en vez de estar quejandome de que no estaba en casa. Después de todo, yo también trabajaba cuando él a veces solía llegar temprano (para luego irse de nuevo).

Y entonces, de repente, un tacto calloso pero suave se apoderó de mi mejilla. No sé quién es, pero es hermoso. ¿El infierno puede darte placer con tan solo acariciar tu mejilla? ¿Es posible?
Intenté subir mi mano hacia aquél tacto, pero lo bajé inmediatamente ya que sentí un pinchazo como si tuviera una intravenosa. El tacto se había convertido en muchos besos por mi rostro. ¿Qué sucede?

Entonces abrí los ojos.

Im Jaebum estaba allí, con los ojos rojos y sonriendo aliviado, acarició mi cabello y lanzó un largo suspiro.
Se veía precioso aún, extrañaba sus pequeños ojitos, quería besarlo, besarlo ahora mismo. ¿Entonces no estaba en el infierno? De ninguna manera, ese rostro es un paraíso entero.
Aún así detonaba cansancio y felicidad, se acostó encima mío, teniendo el máximo cuidado al no rozar mi herida y la intravenosa. Ahora que le presto atención a mi pecho, puedo sentir varias vendas y puntos allí.

—Mi amor, te lo pido, no vuelvas a hacer eso, no vuelvas a asustarme así.—me tomó por las mejillas y me plantó un pequeño beso en mis labios. Sonreí débil, sentía ligeros mareos, debe ser por estar tanto tiempo inconciente y acostada.

—Jaeb...—intenté hablar despacio pero puso un dedo en mis labios.

—Shh... estás muy débil. Voy a avisarle de inmediato a un doctor, mi pequeña valiente.—acarició mi mejilla y sonreí—Te amo; y no te muevas.—me dio un beso y salió corriendo hacia afuera de la habitación. Me quedé observando el techo y reflexionando sobre lo sucedido.

Todo era tan raro, no podía creer que no haya muerto. No podía creer que con Jaebum volveríamos a tener tiempo juntos. Tampoco entendía como de repente la habitación se había llenado y entraban mis padres y mis hermanos, cómo me llenaban de abrazos y besos y cómo sus lágrimas salpicaban mi cara y la bata azul del hospital.

Y entonces, entendí sólo tres cosas ése mismo día:

1) No estaba en el infierno, estaba en el mismísimo paraíso, que representaba la presencia de las personas más hermosas, con las que podía pasar momentos preciosos e inolvidables.

2) Recibí una bala por Jaebum. Renunció a su empleo para salvarme. ¿Quién diría, después de todos los altibajos que tuvimos por su empleo, terminaría abandonandolo?

3) Tres, la más importante:
Im Jaebum aún me amaba,
y yo lo amo a él.
Siempre te voy a amar,
mi Jaebumie.

💓 Fin. 💓