Bienvenidas a las Strikers.

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Rydel había llegado a mi habitación antes de que terminará de desahogarme. Ella sabía lo que sucedía con Ross, pero ninguna de las dos dijo nada. En cambio, bajamos al hotel,  en donde se suponía que las Strikers se encontraban, estafando a las personas y siendo muy malvadas.

Rydel eligió una mesa de Blackjack para desplumar, estaba rodeada de hombres mayores, todos parecían saber qué era lo que hacían. Rydel los saludó segura, ellos la miraron de arriba abajo, primero negaron con la cabeza, Rydel se movió coqueta y ellos asintieron.

Empecé a buscar con la mirada algún grupo de mujeres que se vieran medianamente sospechosas, pero yo no sabría decir cómo se veían las criminales,  así que me armé de paciencia y estuve atenta a cualquier movimiento.

Después de unos quince minutos, la mesa de Rydel se empezó a llenar, la gente estaba rodeandola, supuse, que al igual que había sucedido con los chicos en la casa, ella estaba dejando a los ancianos sin muchas ganas de apostar.

Me acerqué observándola,  con fingida sorpresa, un par de chicas rubias empezaron a murmurar, me acerqué a ellas

--En realidad, es muy buena, podría reemplazar a Tiffany, ahora mismo.--Dijo la más alta.

--Es perfecta para el plan que vamos a hacer, seguro a Lila le gustaría que la lleváramos. --Comenta la más baja.--¿No tendrá alguna persona que la represente?

--No sabemos ni como se llama, tendremos que esperar toda la noche.

--No, no lo necesitan.--Digo, sin verlas, sigo observando a Rydel.--Su nombre es Rydel, juega como una Diosa, ¿no creen?--Giro mi cara, ellas me observan sorprendidas.--Vinimos aquí buscando alguien con quien trabajar.--Susurro acercándome a ellas.

--¿Conoces lo que hacemos? --Pregunta la más baja, frunciendo su ceño, parece ligeramente desconfiada.

--Todo el este del país conoce el trabajo de las Strikers.--Susurro.--Nuestra banda se disolvió y necesitamos dinero, eso es lo que estamos buscando.

--Bien, niña.--Me dice la alta, luciendo muy engreída. --No cualquiera pertenece a esta banda, si quieren intentar hablar con nuestra jefa deben esperar un par de horas.--Susurra.--Esperen junto a las traga monedas,  las buscaremos para ir con la jefa.

--Bien, pero no se tarden, con el talento de mi amiga, seguro que alguien más nos ofrece trabajo.--Las tiento.-- Sé que nos necesitan, no querrán perdernos.

Rydel se levanta de la mesa, mostrándome una bolsa llena de fichas e poker listas para ser intercambiadas por dinero.

--¿Qué sucedió?

--Mordieron el anzuelo.--Chocamos los puños y sonreímos.

Una hora mas tarde llegaron las chicas con las que estuve hablando antes, hicieron una señal con la cabeza, guiándonos a la puerta.

--¿Estas son las chicas?--Una mujer un poco mayor se baja de una camioneta blindada y nos observa de arriba abajo, sus ojos son cafés y su cabello oscuro contrastaba con su piel color canela.

--Sí usted las hubiera visto, le juro que no estaría haciendo esa cara.--La rubia más alta sale en defensa, lo que me deja sorprendida.

--No lo sé,  ¿cuantos años tienen?--Pregunta la que supongo que es la jefa.

--23 y 25.--Dijo Rydel.--Pero llevamos más de lo que cree en esto.

--Será ver para creer ¿no?--Dice la pelinegra.--Lina, Taylor, preparen la mesa de poker, quiero saber que tan cierto es el hecho de que esta chica pueda desplumar a los perros viejos del casino.

Las chicas que llamó la jefa empezaron a arreglar la mesa de regreso en el casino, era un juego cerrado, Rydel versus la jefa de las Strikers. Observé a mi cuñada con detenimiento, no parece nerviosa, pero reconozco que puedo ver más allá de su cara de poker, y tanto ella como yo estamos totalmente alteradas.

Me quedo detrás de la silla de Rydel, el par de chicas que nos hablaron se quedan detrás de su jefa. Otra chica empieza a repartir las cartas. El juego transcurre, y a su paso se lleva la tensión sobre los hombros de mi amiga. Supongo que eso sólo significa que ha tomado el control de las cosas.

--Bien, me voy a retirar. --Dice Rydel causándome sorpresa.

--Pensé que tenias todo bajo control.--Murmuró en su oreja. Ella me hace una seña y me aleja.

--Bien, veamos qué es lo que tienes.--La pelinegra sonríe con satisfacción. --Una escalera perfecta de diamantes.--Tira sus cartas que van de la A a la J. Prácticamente me estoy mordiendo las uñas, parece que echamos la misión a la basura.

--Buena jugada.--Apremia Rydel.--Es una lástima que no te sirva para nada.--La sonrisa de suficiencia de la jefa se borra.--Te presento, un fullhouse perfecto.

Rydel bota sus cartas y todas en la mesa observan ojipláticas. Sonrío apretando emocionada el hombro de Rydel.

La jefa observa pasmada y sonríe satisfecha.

--Bueno, bienvenidas a las Strikers.

No, no están soñando. Después de dos años de publicar. Y si, son dos años ¿pueden creerlo? Volví para culminar todo lo que alguna vez dejé iniciado.

Siendo así,  espero terminar esta historia primero, y después continuar con las demás en mi perfil. Las quiero, chicas. Espero que no hayan borrado esta historia. Un besooo.

Dos Psicópatas EnamoradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora