CASTILLO DE NAIPES (TERROR)

EL AMOR ETERNO

Últimamente te he visto distinta, estas muy indiferente y no entiendo ¿por qué?, no quiero ni pensar que vamos a empezar una nueva disputa, no quiero actuar como las parejas normales, no quiero discutir contigo, pero hay cosas que han cambiado. Recuerdo aquella noche que fuimos al lago, tus pupilas dibujaban el infinito... sonreías, la luz de la luna y de faroles en el parque tomaban un perfil perfecto en ti, podría recordar aquel momento como una pintura que quedara en mí mente el resto de mi vida, yo te decía que no sabía que más me había enamorado de ti, si tus labios color carmesí, tu cabello negro lacio que se elevaba con la mínima brizna de viento o tu cuerpo tallado intentando la perfección, me miraste y sonreíste como solo se le sonríe a quien será, tu único amor, pero ahora parece que no crees tanto en mi cariño. Recuerdo que el charlestón sonaba en la vieja radio, el día en que te conocí, seguiste a la consulta algo tímida, tus manos temblaban y sudabas frio, te pedí que te sentaras pero no podía dejar de admirar tu belleza, la mujer más hermosa que jamás había visto, tan delicada parecía que levitaba, estaba impactado, revise tu historia y mis ojos se sintieron temerosos. No entendía como como alguien tan perfecto podía tener esta enfermedad tan devastadora, preferí escucharte y pregunte que te ocurría, ese día me comentaste todo como cuando hablas con alguien que conoces de toda la vida, nos miramos y sentí por un instante que eras la persona que había estado esperando, desde esa tarde, cogí tus manos para nunca más alejarme de ti y prometí salvarte a toda costa, solo esperaba que la suerte estuviera de nuestro lado pero tu así me pagas con tu indiferencia, una mirada vacía de lo que un día fue mi todo, gaste mi tiempo por completo casi me echan del hospital, recuerdas esa vez que deje de lado todos los pacientes para darte la prioridad que para mí merecías.

Recuerdas que investigamos los dos entre libros y casos que llegaban de todas partes, la cura para tu enfermedad, en ese momento aún no estaba muy clara y tal vez gracias a nuestros esfuerzos, lo logramos, fuiste la única persona que se salvó, nunca te lo había dicho pero ese día que te examine por esa misma puerta entraron 15 pacientes más, ojala y alguno hubiese tenido la oportunidad de salvarse, ahora todos están bajo tierra. En ocasiones cuando te miro siento que por momentos se te olvida lo que significas para mí, eres en lo único que pienso pero tú no lo crees.

Camilo saco un frasco de perfume de cerezos

El frasco estaba envuelto en una bolsa de velo con un moño hecho sobre una cinta roja, se arrodillo tomo su mano que beso con un sentimiento dulce como el perfume.

- Sé que te encantan los olores dulces. Tal vez si no estuvieras tan indiferente lo apreciarías... no sé qué he hecho mal.

Amalia se recostó en su hombro pensativa y triste, tenía un semblante desalineado. Camilo casi no la dejaba salir y hace tiempo no probaba bocado.

- Sabes Amalia, sé que el dulce sonido del piano te puede animar.

Se sentó en el viejo sillón frente al piano de cola su tesoro más preciado después de Amalia, puso sus manos en su rostro cansado y debilitado por la falta de sueño y el exceso de preocupación.

- Recuerdas la primera vez que te traje la casa, estabas muy enferma y te alentó tanto mi sonata de piano; sonreíste y dijiste que mi música hacia que el dolor se alejara, Recuerdo la noche en que más mal te pusiste tenia guardia en el hospital estabas en la camilla 2390, sonreíste al verme pero no parabas de toser, vomitaste mucha sangre, yo estaba preocupado, ya que todo lo que había podido hacer humanamente lo había hecho, entonces a las dos semanas ocurrió un milagro ya cuando todo estaba perdido, yo te salve y ahora parece que de nada ha servido, siento tanta decepción de verte así junto a mí, desde esa noche han pasado dos años, 5 meses y 10 días, mas unas cuantas horas, cuando nadie más tenia esperanza cuando yo la tuve. Esa noche cerré tus ojos para que descansaras de la fatiga pero dos semanas después te tuve junto a mí y desde eso somos inseparables, aunque nadie lo sepa, vivimos juntos, no en santo matrimonio como hubiese querido pero, vivimos un amor idílico. Se y soy consciente que nunca tendremos un hogar con nuestros hijos jugando en el jardín como lo hacen los matrimonios normales.

Camilo coloco sus manos en el piano y empezó a tocar unas cuantas notas que destilaban un amargo "Claro de Luna". Con cada nota su alma se sentía destruida más y más.

- Pero yo te salve cuando todos te daban por muerta, entendí que realmente estabas viva y que la única forma de salvarte de la enfermedad terminal era que yo te mantuviese junto a mí por toda la vida que me quede y cuando ya seamos solo almas, poder conversar contigo sobre nuestro diario convivir, ahora solo me escuchas pero algún día llegara el momento oportuno en el que me respondas, no sé por qué entonces estas tan triste?, acaso no te es suficiente que estés viva para mi?...ya no me hablas antes lo hacías.

Amalia ya no respiraba, ya no comía, por su cuerpo solo recorría el perfume que el inyectaba cada mes Camilo, intentando evitar lo que la naturaleza llama el ciclo natural.