Capítulo 5

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Antes de que Clarke cruzara las puertas del edificio un mensaje hizo vibrar su móvil, se apartó de la puerta para no molestar a las demás personas que entraban y salían con prisas, miro el móvil y vio que la notificación era de Lexa, sonrío y por inercia miro a su alrededor, no había nada raro ni nadie conocido, así que desbloqueo su móvil y lo leyó:

"Me encanto lo de anoche, se me ha olvidado decírtelo cuando has venido, estuve pensando en ello toda la noche, me gusta mucho hablar contigo. Me acorde de que unos amigos van a dar una fiesta en una disco hoy por la noche, podrías venir si te apetece claro, empiezan a las nueve"

Clarke leyó el mensaje, quedándose estancada en las primeras frases, no iba a mentir, deseaba ir, pero estaba Bob, quién también se iba mañana, y si se iba quizás iniciaran una nueva pelea, rechino los dientes frustrada mientras contestaba el mensaje.

"No puedo ir, tengo otros planes, es algo muy complicado y aburrido"

Se enfado consigo misma por contestar tan fríamente al mensaje, se le estaba escapando de las manos aquella situación, como podía ser que prefería irse con Lexa a una fiesta seguramente llena de jóvenes, música y diversión en vez de estar con su marido el cual se iba otra vez a otro país de viaje seguramente con su amante... pensaba con ironía Clarke, un nuevo mensaje la saco de sus pensamientos

"Es en un local llamado El Bunker, en el output 74 wythe av, por si cambias de opinión"

Clarke no pudo evitar torcer una sonrisa al ver el mensaje, bloqueo el teléfono y corrió hacia el ascensor, caminó ligeramente hacia su consulta cuando vio que aun tenia el vaso del café en la mano, no pasaría nada si no fuera por que le dijo a Raven que no iría nunca más a esa cafetería, y no tenía ganas que la latina comenzara con su interrogatorio, miró el vaso antes de acercarse a una papelera cercana a su puerta, y vio que Lexa le había escrito "Que tengas un buen día Eliza", quiso conservar ese vaso, era un detalle sencillo pero precioso, miro aquella letra dorada y sonrío antes de tener que arrugarlo y tirarlo al fondo de la gran papelera, abrió feliz la puerta de la consulta dónde ya estaba Raven y una paciente

-Hola muy buenos días- sonrío Clarke mirando a ambas mujeres

-Buenos días doctora- dijo la paciente mientras dejaba la revista encima de la mesa blanca impoluta

-Ahora mismo estoy con usted de acuerdo- dijo Clarke acercándose a la mesa de Raven mientras se quitaba el abrigo, la paciente asintió con la cabeza y se acomodo en el sofá

-Toma aquí tienes la lista de hoy- dijo Raven mirándola extrañada al verla tan sonriente

-Vale, gracias Raven- dijo Clarke cogiendo la lista

-Te ves muy bien amiga... luego hablamos eh- susurro Raven para que no se enterase a paciente

-Ya veremos- le devolvió el susurro chistosa Clarke, se metió en su consulta, se puso su bata blanca y encendió el ordenador, la paciente entró y como todos los días, fueron entrando una tras otra, caso tras caso

Llego la hora del almuerzo, como era Viernes, no tenía que trabajar por la tarde, por lo menos no recibía a pacientes, aunque a veces se quedaba adelantando trabajo, casi siempre, Raven entró en su despacho en silencio apoyada en la puerta.

-Bueno, ¿a que se debe que esta mañana vinieras tan sonriente? has follado con Bob o con alguien mejor y más interesante y vigoroso...- se burlo Raven cruzándose de brazos, Clarke sintió escalofríos al imaginar a su marido

-No, solo estoy feliz por que mañana se vuelve a ir, a Canada supuestamente, y voy a poder estar tranquila- dijo tajante Clarke mientras cerraba una carpeta y la guardaba en su archivador

LEXA -Clexa-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora