Clarke es una doctora de bastante reconocida en el campo de la ginecología. Ella cada vez esta mas harta de la vida de casada en la periferia y de su vida sin sentido, hasta que una noche queda fascinada por una completa extraña. Clarke se embarca e...
Lo que mas temió Clarke durante la noche mientras tenia a Lexa abrazaba a ella, era que sonara la alarma del móvil, no quería que nada hiciera que Lexa se apartara de sus brazos. Pero la ruidosa alarma de su iPhone resonó por toda la habitación sobresaltando a ambas.
-Oh Dios no...porque- se quejo Clarke apagando con una mano el móvil que estaba en la mesilla de noche mientras aun tenia a Lexa apoyada en su pecho
-Buenos días...- sonrío con ternura Lexa acurrucándose aun mas entre sus brazos
-Joder Lexa, mira que adorable eres recién levantada... ¿seguro que eres humana? cada vez lo dudo mas- dijo Clarke al voltear su cuerpo para quedar frente a la morena
-¿Y tu? pareces una bebe leona, eres muy tierna- susurro con voz adormilada Lexa mientras acariciaba su pelo alborotado
-Oh si, esto suele pasar cuando me acuesto con el pelo húmedo- dijo Clarke intentando peinarse un poco con sus manos mientras Lexa sonreía al verla con el ceño fruncido aplastando su pelo
-Hacía mucho tiempo que no despertaba de tan buen humor- dijo Lexa con una sonrisa tierna en sus labios mientras la miraba, Clarke dejo de atender a su pelo para devolverle la mirada
-Y yo... la verdad- sonrío Clarke acariciando sus mejillas con cuidado -Las tienes super bien... apenas se distingue del resto de tu piel- dijo Clarke examinando el rastro de las quemaduras con tranquilidad
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-Te dije que escocía un poco solo...- dijo Lexa dejándose acariciar por las tibias manos de Clarke
-Ya...- susurro esta inmersa en sus ojos incapaz de salir del sueño
-Gracias por todo lo que hiciste ayer por mi...- dijo Lexa agradecida
-No des las gracias... no tienes por que dármelas- dijo Clarke acariciando su cuello
-Yo creo que si, si no hubiera sido por ti... quizás estaría muy mal...- dijo Lexa frunciendo un poco el ceño
-No digas eso, recuerdas que eres Lexa de la tribu de sangre caliente... eres todo poderosa- bromeo Clarke recordando las palabras de su padre
-Ya... es verdad- sonrío Lexa volviéndose a acurrucar en su pecho
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